Esposa Pecadora romance Capítulo 400

Madeline sacudió la cabeza en negación y miró a Felipe, confundida; lo que hizo que éste le contara un impactante fragmento del pasado.

Por fin comprendió la pesadez del secreto que Felipe guardaba en su corazón...

Antes de que pudiera digerir la historia de Felipe, Madeline recibió una llamada de Jeremy.

La dulzura volvió a sus ojos, al ver a Madeline marcharse.

"No soy un caballero, después de todo. Porque, ¿qué caballero empujaría a la mujer que ama, a los brazos de un adversario?".

Sonrió débilmente, con un brillo intenso y peligroso en sus ojos.

Siguiendo la petición de Jeremy, Madeline llegó al vestíbulo de las Corporaciones Whitman.

Justo cuando estaba a punto de entrar, Jeremy salió por las puertas de cristal.

El hombre destilaba nobleza, con cada paso casual que daba.

Al posar sus ojos en Madeline, el frío de su mirada se convirtió, inmediatamente, en una suave calidez.

"Parecías impaciente por teléfono. ¿Pasó algo?", preguntó Madeline, con una sonrisa.

"Sí". Jeremy cogió la mano de Madeline y se dirigió al coche.

Después de subir, Madeline casi pensó que Jeremy estaba impaciente por registrarse.

Aun así, era poco probable que fueran a la oficina del pueblo, ya que ella había expresado su deseo de dejarlo para después; al no haber fechas favorables.

La carretera por la que circulaban, empezó a resultarle familiar mientras reflexionaba.

Era la carretera de Colina Abril.

Efectivamente, media hora más tarde, el coche se detuvo junto al mar de Colina Abril.

El viento de mediados de otoño, era salado por la brisa del mar y le clavaba a uno olas de frío en los huesos, como si fueran alfileres y agujas.

"Casarme contigo", dijo él con facilidad, mientras la miraba, con la calidez que desprendían sus ojos color melocotón.

Jeremy se arrodilló al pronunciar sus palabras, y las frías yemas de sus dedos tomaron la mano izquierda de Madeline.

Madeline no tuvo tiempo de objetar, antes de que Jeremy le colocara un radiante anillo de diamantes en el dedo anular.

Se sintió sorprendida por sus acciones.

Sus palabras le recordaron la promesa que le había hecho, una vez.

¿Acaso sabía algo?

Las atractivas facciones de Jeremy se acercaron, mientras Madeline seguía atrapada en el aturdimiento. "Te amo, de verdad".

Las palabras, "de verdad", fueron enfatizadas. Con eso, Jeremy se inclinó hacia adelante para atrapar los labios de Madeline en los suyos...