Esposa Pecadora romance Capítulo 463

Al escuchar a Madeline decir esto, Eloise comenzó a llorar descontroladamente. Al mismo tiempo, Sean no podía contener más sus lágrimas.

Recordaron cuando fueron a ver a Madeline a la habitación conyugal, el día en que Brittany fue asesinada.

Vieron el rostro de Madeline, pálido y demacrado. Esa imagen seguía repitiéndose en sus cabezas, así como su trato brutal y cruel hacia ella.

Habían maldecido y abofeteado a Madeline, todo por defender a Meredith. Sean incluso abofeteó a Madeline, que ya se encontraba muy débil, con tanta fuerza que se desplomó en el suelo.

Ahora les dolía el corazón, al recordarlo.

No podían soportar el dolor que les causaba el remordimiento.

Eloise y Sean no podían imaginarse lo fuerte que debía ser Madeline, para no llorar en una situación como esa.

Y ahora, igual que antes, Madeline se veía tenaz y fuerte. Sonrió ligeramente, al recordar su miserable pasado.

"Todo está en el pasado. No quiero seguir recordándolo".

Sonrió suavemente, mientras un brillo de decepción aparecía en sus ojos.

"No los culpo por haberse dejado engañar por la meticulosa mentira de Meredith. Solo me molesta que mis padres biológicos fueran incapaces de distinguir entre el bien y el mal. Incluso decidieron ponerse del lado de ella y defenderla, después de enterarse de todas las cosas inhumanas que había hecho".

"Eveline...".

"Después de perder mi colgante, robé el cepillo de dientes de la Sra. Montgomery en el hospital para hacer un examen de ADN. Sabía que había una relación peculiar entre nosotras, pero estaba tan segura de que fui yo quien robó el colgante de Meredith. Tal vez fue el destino. Estoy destinada a conocer, pero no a estar junto a mis padres".

Después de decir esto, la mirada decepcionada de Madeline recorrió el cuerpo de Eloise. Luego, miró a Sean, que se sentía muy arrepentido.

"A pesar de no haber tenido la oportunidad de experimentar el amor de mis padres, quiero agradecerles por traerme a este mundo. Lo que más anhelaba era tener padres, pero las personas que más amé en este mundo nunca estuvieron destinadas a ser mías. No voy a exigir de la forma en que lo hacía antes".

Tras decir eso, Madeline se dio la vuelta sin mirar atrás.

"¡Eveline! ¡Eveline!", gritó Eloise y, junto con Sean, corrieron hacia ella, pero Madeline no se detuvo.