Esposa Pecadora romance Capítulo 475

Mucha gente empezó a reunirse alrededor, a causa del accidente.

En el momento en que el coche pasó a toda velocidad, Madeline pensó que no podría escapar. Sin embargo, en un rápido instante, hubo una vigorosa fuerza que la detuvo. En ese instante, sintió una sensación de seguridad que nunca había sentido.

Mientras seguía en estado de pánico, alguien la sujetaba por los hombros con fuerza.

"Eveline, ¿estás bien? ¿Estás herida?".

Al oír la familiar voz de preocupación, Madeline se dio cuenta de que la persona que había tirado de ella, para ponerla a salvo, era Eloise.

El rostro agraciado y elegante de Eloise, estaba lleno de preocupación. Sus ojos, llenos de angustia, revisaban cuidadosamente el cuerpo de Madeline, de arriba abajo, para ver si había alguna herida.

Madeline se quedó confundida, durante unos segundos, antes de decir: "Estoy bien. Gracias, Sra. Montgomery".

Cuando Eloise escuchó cómo se dirigía Madeline a ella, sus ojos se pusieron rojos. Sin embargo, no tenía nada que decir.

Sabía que ya había perdido el derecho de recuperar a su hija.

Madeline se dio la vuelta, para mirar el coche que casi la había atropellado. El coche se había estrellado contra un árbol cercano y la parte delantera estaba hundida. Sin embargo, el conductor estaba bien. De momento, estaba llamando a alguien para que remolcara el coche, mientras parecía preocupado.

"¡Eso estuvo cerca! ¡Creía que iba a chocar con esa bonita dama!".

"Por suerte, una mujer de aspecto adinerado vino a ayudarla. De no ser así, no puedo ni imaginar lo que habría pasado".

"Se parecen, así que creo que son madre e hija. El instinto materno siempre será arriesgar su vida, para salvar la de su hija. Mira, su madre está llorando de preocupación".

Madeline estaba a punto de marcharse, pero al oír los comentarios de los transeúntes, se giró ligeramente mientras se sentía emocionada.

Vio a Eloise de pie, mientras intentaba reprimir sus emociones. Sin embargo, no pudo evitar que las lágrimas corrieran por sus mejillas.

Madeline vio una enorme herida, en la pantorrilla derecha de Eloise. La sangre roja y brillante corría por su pierna.

Se acercó a ella, frunció el ceño y preguntó: "¿Por qué no me dijo que estaba herida?".