Esposa Pecadora romance Capítulo 476

Debería haber dejado de preocuparse por ellos, hace mucho tiempo. Sin embargo, sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas, cuando vio a Eloise luchando por caminar.

***

Después de que Jeremy se fuera de la casa de Madeline, se encerró en su habitación en la Mansión Whitman.

Durante ese tiempo, Yvonne y Karen llamaron a su puerta; sin embargo, él las ignoró, todas las veces.

Se sentó allí, desde el amanecer hasta el anochecer, viendo constantemente el vídeo de su boda con Madeline.

Su abuelo tenía razón. Se había enamorado de Madeline, hacía mucho tiempo. La mejor prueba de que la había elegido compañera de vida, fue cuando se casó con Madeline utilizando el nombre del Viejo Maestro.

Sin embargo, Meredith lo había engañado, durante seis años enteros, con aquella promesa que le hizo cuando era un niño.

Al final, Meredith no era más que una farsante.

La chica a la que amaba, era la chica a la que había hecho la promesa, entonces.

Jeremy se apoyó en la silla, en silencio. De repente, empezó a reír.

‘La persona que amo, no importa el momento, siempre serás tú, Linnie...’.

Buzz, buzz. Su teléfono vibró, de repente.

Jeremy contestó a su teléfono y su expresión cambió, de repente. "¿Qué? ¿Maddie casi tiene un accidente, por perseguir a Rose? Entiendo. Voy ahora mismo".

Se levantó rápidamente y se cambió de ropa.

Yvonne le estaba trayendo unos bocadillos, cuando lo vio salir de su habitación. Inmediatamente se acercó a él, para hablar: "Jeremy, por fin has salido... Jeremy, ¿a dónde vas, con tanta prisa?".

Jeremy la ignoró y bajó las escaleras, rápidamente.

Al ver esto, Karen se apresuró a detener a Jeremy. "Jeremy, ¿vas a buscar a Madeline? Todo nuestro patrimonio ha sido arrebatado, por esa mujer y Felipe. No sólo no haces nada, sino que sigues detrás de ella. ¿Qué te pasa? ¿Me vas a decir ahora que estás enamorado, de verdad, de esa mujer?".

"No es de tu incumbencia a quién busco o no", respondió Jeremy, fríamente, y añadió: "Si quieres seguir viviendo tan cómodamente, entonces no te metas en mis asuntos".

Cuando sus ojos se encontraron, la mirada de Jeremy se suavizó, como si hubiera sido acariciada por la brisa primaveral.

Se acercó a ella, rápidamente. Antes de que pudiera decir algo, vio que Madeline le sonreía. Sin embargo, su sonrisa estaba cargada de sarcasmo.

"Sr. Whitman, es usted un buen padre. Está a punto de perderlo todo, pero aún así se acuerda de darle a su precioso hijo un feliz cumpleaños".

Jeremy se rio, en tono de auto-burla. "No soy un buen padre. Si lo fuera, celebraría el cumpleaños de mi precioso hijo, todos los años; y no sólo empezaría a hacerlo, ahora".

"Precioso hijo...". Madeline hizo rodar esas dos palabras en su boca. Un dolor sordo afloró en su pecho. "El hijo de Meredith es precioso, pero ¿qué hay de mi hijo?".

"Llevé al niño durante nueve meses y soporté todo el dolor y los agravios, yo sola. Sin embargo, al final, ni siquiera tuve la oportunidad de conocerlo. ¿Y tú? ¿Qué le hiciste a esa niña? Hiciste daño a tu propia carne, a tu propia sangre, solo para hacer feliz a Meredith".

Los ojos de Madeline se llenaron de lágrimas. Era incapaz de mantener la calma, cuando hablaba de su hija. Miró al hombre que tenía delante, con enemistad, sus ojos se llenaron de un intenso odio.

"Jeremy, te odio hasta los huesos. Nunca en mi vida te podré perdonar".

"¿Me perdonarías si te trajera a nuestro bebe?".