Esposa Pecadora romance Capítulo 486

Madeline separó los labios, sólo para morder con dureza a Jeremy.

Las cejas del hombre se fruncieron ligeramente, mientras abría sus seductores ojos.

La alegría se agolpó en sus ojos cuando tomó el duro rechazo de Madeline, como una señal de su disfrute.

Su agarre se aflojó e inmediatamente recibió una bofetada en la cara.

Madeline le miró fijamente, cerrando los puños al ver la sangre en los labios de Jeremy.

"¡No me beses con la misma boca que usaste para besar a otra! Es asqueroso".

Se enfureció, echando humo mientras se daba la vuelta.

Jeremy levantó un dedo delgado, para limpiar la mancha roja de la comisura de sus labios. "Eres la única mujer que he besado".

Los pasos de Madeline se ralentizaron.

Jeremy se dio la vuelta para mirar a su espalda. "Sé que no me vas a creer, pero es la verdad. Nunca he besado a otra mujer".

Madeline levantó lentamente su feroz mirada. "Sí, nunca has besado a otra mujer, así que supongo que tampoco has tocado a Meredith, ¿verdad? Entonces, ¿cómo llegó Jack a este mundo? ¿La pura fuerza de voluntad?"

Jeremy no tenía nada que decir.

La risa burlona de Madeline creció en el silencio de Jeremy. "¿Y ahora qué? ¿Has olvidado las muchas veces que se ha quedado embarazada? Incluso esta vez abortó por mi culpa, esta mujer tan viciosa. Ni siquiera viniste a casa durante nuestro matrimonio. No, ¡pasaste todas las noches con ese monstruo!

"Al menos ten la decencia de admitirlo, si tuviste las agallas de hacerlo, Jeremy. Guarda algo de dignidad para ti".

Madeline regresó al coche, después de su arrebato, y subió, cerrando la puerta con un golpe.

Jeremy se quedó aturdido en su sitio, mientras la gélida brisa marina aumentaba el frío que sentía

No mentía. Desde el momento en que supo que Jackson no era hijo de Meredith, ya tenía la

sensación de que la relación entre él y Meredith nunca había llegado a tal punto.

Jeremy sonrió débilmente, ante su reacción, y se subió al coche. "Buenos días".

"Se hace tarde, Jeremy. Tráeme a mi hija".

"Muy bien".

Madeline se sintió desconfiada por su rápida respuesta. "No me hagas perder el tiempo".

"Realmente te traigo a ver a tu bebé". Ahorrándole una mirada a Madeline, Jeremy arrancó el motor y pisó el acelerador.

Media hora después, el coche de Jeremy llegó a las puertas de la Mansión Montgomery.

La expresión de Madeline se ensombreció. "¿Por qué me has traído aquí, Jeremy?"

"Para ver a nuestro hijo". La alegría llenó la mirada de Jeremy. "Nuestro hijo está dentro".