Esposa Pecadora romance Capítulo 785

Madeline se precipitó hacia el escritorio y tomó el computador.

Felipe miró la agitada reacción de Madeline y se rio con indiferencia.

"Ya lo he dicho antes. No haría nada que te hiciera daño. ¿Lo ves, ahora?".

Madeline miró a la pequeña figura vivaz y alegre que aparecía en la grabación de vigilancia, mientras se le llenaban los ojos de lágrimas. Sus emociones en ese momento eran inexplicables.

"Felipe Whitman, ¿dónde está?", presionó con fuerza.

Felipe, sin embargo, no tenía intención de decírselo. Se acercó a ella y levantó su mano. En cuanto sus delgados dedos tocaron la mejilla de Madeline, ésta se apartó.

Él frunció el ceño con disgusto, apareciendo en su rostro una sonrisa oscura y sombría. "¿Aún recuerdas lo que me prometiste, en el pasado? Dijiste que traerías a Lilian y me seguirías de vuelta al País F, para vivir una vida pacífica, después de tu venganza. He estado esperando a que llegara el día, pero rompiste tu promesa".

Madeline miró francamente a los ojos negros de Felipe. "Tú sabes mejor que nadie, en tu corazón, por qué las cosas se han desarrollado así".

"Ja". Felipe se rio. "He hecho mucho por ti".

"Lo hiciste por ti, para no perder contra Jeremy". Madeline miró al hombre cuya expresión se volvió gradualmente sombría, por la decepción. "Sinceramente, al principio quería pasar el resto de mi vida contigo, y por eso acepté que Lilian te llamara su padre, pero realmente me sorprendiste y decepcionaste".

La expresión de Felipe se volvió más fría, tras escuchar las palabras de Madeline. Incluso su mirada estaba cubierta con un color opaco.

"Felipe, ¿me vas a decir dónde es?", preguntó Madeline, mientras señalaba el vídeo de vigilancia en tiempo real, en la pantalla del computador.

Felipe levantó ligeramente sus ojos helados. "Puedo decírtelo, pero primero debes seguirme de vuelta al País F y convertirte en mi esposa. No podrás volver a ver a Jeremy".

Definitivamente, Madeline no podía acceder a tal petición. "Felipe, si insistes en querer estar conmigo, por lo que crees que pasó cuando éramos niños, entonces te digo que realmente yo no te conocí, en ese momento. Solo pasé mi tiempo con Jeremy en la Colina Abril, cuando teníamos diez años".

Felipe enarcó las cejas con fuerza. "Fuiste tú. Nunca olvidaré que la niña tenía dos bonitos hoyuelos, cuando sonreía".

"Hay muchas chicas en el mundo que tienen hoyuelos cuando sonríen. Cathy también tenía hoyuelos cuando sonreía, así que ¿ese es tu único distintivo?".

Madeline abofeteó a Felipe en la cara, con los ojos enrojecidos. "Despreciable".

Felipe curvó los labios con indiferencia, su sonrisa parecía buena y mala a la vez. "Ya me consideras un hombre despreciable, de dos caras. En ese caso, te mostraré lo despreciable que puedo llegar a ser".

Se acercó a Madeline al decir esto y le acarició las cejas, a pesar de la resistencia de ella. "Eveline, te demostraré que te quiero más de lo que Jeremy nunca podrá, y que soy el más adecuado para ti".

Su tono era suave, pero Madeline notó que su mirada era oscura. Llevaba una paranoia obsesiva.

"Te veré en el aeropuerto de Glendale, en tres días, ¿de acuerdo?".

Felipe se dio la vuelta y se marchó, en cuanto terminó de hablar.

Cuando Madeline volvió la cabeza, para mirar la pantalla del computador, la imagen ya había desaparecido.