Esposa Pecadora romance Capítulo 844

"Eveline, escúchame".

"¡Sal!". La voz de Madeline temblaba y también le temblaban las manos. "No quiero verte. ¡Vete! Vuelve a Glendale. ¡No dejes que te vea aquí!".

Ella lo fulminó con la mirada mientras lo echaba a patadas. Las lágrimas brotaban de sus ojos incontrolablemente.

Ella no quería pensar que Jeremy llegaría tan lejos como para matar a su hijo.

Esto fue incluso peor que el dolor que él le dio, en ese entonces.

Jeremy no quiso seguir molestándola, cuando él la vio en un estado tan devastador. “Deberías calmarte. Esperaré afuera".

Jeremy salió y cerró la puerta detrás de él.

Él miró a Madeline a través de la pequeña ventana, antes de sentarse a un lado.

Él sabía que Madeline lo había entendido mal.

Sin embargo, eso se esperaba.

Se acercaba la tarde y Jeremy iba a comprarle el almuerzo a Madeline, así que él se fue por un tiempo. Antes de irse, él le pidió a la enfermera que cuidara de Madeline.

La enfermera estuvo de acuerdo sin dudarlo, ya que Jeremy era un hombre extremadamente guapo.

Madeline miró la ventana con desánimo. Luego, ella extendió la mano y tocó la concha en su cuello, antes de sollozar en silencio.

‘Jeremy, ¿sabes que estás matando a tu hijo, con tus propias manos?’.

‘Incluso si no creías que era tu hijo, ¿cómo pudiste ser tan cruel?’.

Madeline sintió que ella ya no podía quedarse más con Jeremy. Ese hombre todavía tenía maldad en la sangre.

Después de que Jeremy consiguió la comida, él regresó a la habitación del hospital.

Sin embargo, cuando entró en la habitación, la cama estaba vacía y Madeline no estaba por ningún lado.

Lo que sorprendió a Jeremy fue que el brazalete indicaba que Madeline estaba en la mansión a la que Felipe la había llevado.

Ella se escapó de él, para poder volver con Felipe.

Él sintió un golpe en su corazón.

Cuando alguien estaba en peligro, acudiría a alguien que pensaba era el más confiable y el más probable para brindarle seguridad.

En ese momento, la persona de la que más quería depender Madeline era Felipe.

El corazón de Jeremy se hizo añicos, cuando el viento frío pasó a su lado.

Él apretó el puño, cuando una marea oscura apareció detrás de sus ojos.

Él no podía aceptar el hecho de que, la mujer que tanto lo amaba, ahora trataba a otro hombre como su puerto seguro. Él no dejaría pasar esto tan fácilmente.

Felipe había perdido el rastro de Jeremy por un momento, así que decidió salir a buscarlo. Sin embargo, cuando salió por la puerta, se sorprendió por la persona frente a él.