Esposa Pecadora romance Capítulo 961

"¡Linnie!".

Jeremy gritó su nombre frenéticamente, como si fuera un reflejo.

Sin siquiera dudarlo, cargó a Madeline en el coche y la llevó a toda prisa al hospital.

Cuando salió, vio que la ambulancia y el camión de bomberos que había llamado pasaban junto a él.

Jeremy miró el espejo retrovisor. La empleada que testificó contra él ya había huido.

Jeremy llevó a Madeline al hospital y el médico dijo que solo se desmayó porque estaba demasiado abrumada.

¿Demasiado abrumada?

Jeremy comprendió por qué Madeline estaba en ese estado.

Miró a la mujer inconsciente y se sintió extrañamente preocupado.

Jeremy no estaba acostumbrado a sentir algo por Madeline.

Se dio la vuelta para salir de la habitación, antes de acercarse inconscientemente a la sala donde estaba el hijo menor de Madeline.

Cuando estaba en la puerta, vio a Karen con dos adorables niños de unos cuatro y cinco años. Estaban hablando con el bebé.

Lillian parpadeó y preguntó: "Abuela, ¿es realmente mi hermano?".

Karen respondió alegremente: "Tontita, este es tu hermanito y el de Jackie. Mira su carita. Es igual que la de Jeremy cuando era pequeño. Jack, mira. Tú también te veías así cuando eras pequeño. ¡Los dos y tu padre parecen cortados del mismo molde!".

"¡No puede ser! No soy tan feo". Jackson sacudió la cabeza y se negó a aceptar que él también tenía ese aspecto cuando era pequeño.

Karen comenzó a reír. "Todos los recién nacidos son feos. Ya se pondrán más guapos cuando crezcan".

"Srta. Eveline, el señor y la señora siguen ahí dentro. Me temo que... me temo que fallecieron...".

"Fue él. Fue él quien pidió a alguien que provocara el incendio".

Las declaraciones de la chica se repetían en el cerebro de Madeline. Entonces, se sentó bruscamente.

Sentía que le costaba respirar. Su visión se tornó borrosa y oscura como si estuviera a punto de desmayarse de nuevo.

Luego, al oír a Jackson y a Lillian llamándola, volvió a recobrar el sentido.

Karen se acercó y preguntó con cuidado, al ver el rostro pálido y los ojos rojos de Madeline. "Eveline, ¿qué ha pasado? ¿Estás bien?".

Madeline abrió los ojos y dejó que sus lágrimas fluyeran libremente. Aunque estaba llorando, empezó a reírse.

Karen se preocupó aún más al ver su reacción. "¿Estás bien, Eveline?".