Héroe Retrasado romance Capítulo 516

―No se preocupe, ya lo he dejado bien claro con mis colegas y nadie se atreverá a hacerlo de nuevo. SI alguien lo intenta, lidiaré con ellos duramente. Espero que no esté molesto.

―Oh, no. Para nada. Es usted demasiado amable ―respondió Wang Wei de inmediato y sintió que se le secaba la boca―. Ya me devolvieron los boletos.

La otra persona parecía estar un tanto aliviada después de escuchar eso. Antes de colgar, le prometió una vez más a Wang Wei que no volvería a suceder. Wang Wei estaba atónito. Aún después de beber varias tazas de té, tenía la boca seca.

―Gran jefe. ―Wang Wei miró a Jiang Ning―. Usted de verdad es mi gran jefe.

Jiang Ning sonrió pero no dijo nada. Se volteó y vio que las tres mujeres seguían conversando felizmente, pero ya casi era hora de comer, así que las llamó:

―Ya casi es hora de la comida, vayamos a comer.

―De acuerdo.

Su Yun fue la primera en reaccionar. Sabía que si seguía a Jiang Ning habría comida buena.

―Vamos, Yuzhen. Los llevaré a probar algunas delicias locales de Shenghai.

Ye Qingwu sonrió y salió con Lin Yuzhen y Su Yun. Jiang Ning y Wang Wei las siguieron. Con una residente como Ye Qingwu que los guiara, no tenían que preocuparse por encontrar la mejor cocina auténtica de Shenghai.

Old Shenghai era un restaurante que se especializaba en platillos típicos. El restaurante tenía cada uno de los platillos que eran únicos de la ciudad. En cuanto entraron, escucharon un bullicio y el lugar estaba casi lleno aunque habían llegado un poco temprano. Era un lugar al que definitivamente los clientes regulares y los turistas tenían que ir.

―Aquí la comida no es cara y es muy típica. Coman lo que quieran, tienen que servirse ustedes mismos. Les cobrarán según el color de los platos ―les dijo Ye Qingwu en la mesa, todavía llevaba puesta su máscara y su gorra―. Yo invito hoy, así que coman lo que gusten.

Ella era de ahí, así que iba a mostrarles su hospitalidad.

Lin Yuzhen y los demás hicieron lo que la gente hacía y se formaron para tomar la comida que querían. Jiang Ning no era quisquilloso. En su vida, había comido todo tipo de exquisiteces. Lo más cerca que había estado fue un omakase privado en Shenghai, mientras que lo más lejos fue una comida especial para el abad de un monasterio en Europa del este. Pero su favorito seguía siendo quedarse en casa a comer las deliciosas costillas de cerdo al vinagre dulce que preparaba Su Mei.

―Está atestado ―exclamó Lin Yuzhen cuando por fin pudieron encontrar una mesa.

―La gente de aquí siempre ha vivido cómodamente y saben disfrutar la vida, en especial en este restaurante. No sé cómo explicarlo, pero si hubieras vivido aquí lo suficiente, lo entenderías.

Ella no fue por comida porque no había cuartos privados y uno mismo tenía que servirse. Si se quitara la máscara, no había manera de que el restaurante estuviera abierto para el público general.

―Soy Qin Mu, el tercer hijo de la familia Qin.

Qin Mu iba acompañado por la mujer con quien había pasado la noche y habían ido ahí a comer platillos de Shenghai. No esperaba encontrarse a Wang Wei. Vaya coincidencia. Sólo se habían visto una vez, en una cena, y Wang Wei no lo recordaba, pero él sí.

―¿Joven amo Qin? Hola, hola ―respondió Wang Wei cortésmente.

―Nena, él es el director Wang, el jefe de Star Entertainment. ―Qin Mu tosió suavemente y a la mujer se le iluminaron los ojos al instante―. Ye Qingwu es una de las artistas que representa. ¿No querías boletos para ir al concierto?

Qin Mu no tuvo nada de tacto al respecto. Sólo miró a Wang Wei y dijo con una sonrisa:

―Director Wang, soy amigo de Gao Cheng, así que no seré tan formal con usted. Quiero algunos boletos para el concierto de Ye Qingwu.

―¿Está seguro?

Wang Wei no se molestó al oír eso, de hecho, le pareció divertido.