Héroe Retrasado romance Capítulo 517

Hace unas horas, un montón de gente le había llamado desesperada para devolverle los boletos gratis, como si de la nada se hubieran convertido en una bomba. Incluso el hombre que tenía el puesto más importante en la ciudad lo llamó para prometerle que eso no sucedería de nuevo. ¿De verdad este tal joven amo Qin estaba seguro de que quería que le diera boletos gratis?

―Claro que estoy seguro.

Qin Mu se rio con regocijo. Usar el nombre de Gao Cheng en Shenghai hacía todo mucho más fácil. Miró a la mujer que estaba a su lado y se puso más altanero cuando ella lo miró con tanta adoración.

―¿Cuántos boletos quieres, nena?

―Cinco ―dijo la mujer, pero luego cambió de opinión―. ¡Diez! Quiero diez.

Podría invitar a algunas de sus amigas. Incluso también a algunos oficiales. Eso la haría verse increíble. Se aferró al brazo de Qin Mu con más fuerza y era obvio que estaba intentando usar su impresionante escote para ganarse su favor.

―¿Diez boletos? ―Wang Wei no se veía nada incómodo―. Mucha gente ha llamado para decir que no los quieren y devolverlos, así que sí tengo unos a la mano. Si está seguro, entonces se los daré.

―Pues serán diez. ―Qin Mu levantó la barbilla un poco para presumir porque Wang Wei había aceptado tan rápido―. Director Wang, no le estoy dando problemas, ¿verdad?

―Oh, para nada. ―Wang Wei hizo un gesto con la mano. No era ningún problema―. Después de todo, usted es amigo de Gao Cheng.

Qin Mu sonrió.

―Director Wang, es usted una persona inteligente. Llegará lejos.

―Sólo diré que una vez que enviamos los boletos, es muy difícil que los recibamos de vuelta. Por favor, recuerde eso, joven amo Qin ―dijo Wang Wei con seriedad.

Normalmente, nadie aceptaría que le devolvieran algo que habían regalado. Además, Qin Mu había exigido los boletos, así que si estaba dispuesto a tomarlos e intentaba devolverlos, eso dependería de si Wang Wei los aceptaba.

Qin Mu sólo pensó que Wang Wei estaba haciéndose el gracioso. ¿Por qué querría devolver los boletos que había pedido? Que siguiera soñando. Incluso si no quería ir por el concierto, desperdiciar el boleto era algo que podría presumir. Para otras personas era difícil conseguir uno, pero él se tomaría una foto con el boleto y diría que estaba muy cansado para ir y que mejor iría en otra ocasión. ¿Cuánta gente se podría celosa de él?

―No los devolveré. Envíelos a mi oficina, le daré la dirección.

Qin Mu sacó una tarjeta y se la metió a Wang Wei en el bolsillo de la camisa. Le dio unas palmadas en el hombro y se fue con la mujer tomada de su brazo.

Qin Mu sabía que eran los boletos de Wang Wei. Ese tipo sí sabía comportarse.

―Déjalo en el escritorio.

Qin Mu respiró hondo y no pudo evitar que el cuerpo le temblara un poco. El rostro de su secretaria se puso rojo al instante. Dejó el sobre, salió de prisa y cerró la puerta.

―Aaaaah…

Una voz sonó debajo de la mesa:

―¡Joven amo Qin!

―¿Encontraste mi pluma? ―se rio Qin Mu con lascivia―. ¿Es gruesa y se siente bien usarla?