Héroe Retrasado romance Capítulo 520

El alcance del poder de Jiang Ning ya estaba más allá de lo que Wang Wei podía entender. Creía que había visto y vivido muchas cosas, pero frente a Jiang Ning se sentía tan pequeño. Era como una partícula de polvo. Sólo el aura que emanaba Jiang Ning era suficiente para borrar todo rastro de su existencia. Sin embargo, a Wang Wei no le preocupaba. Ahora estaba en el bando de Jiang Ning y trabajaba para él. Mientras se mantuviera leal, su vida sólo iba a mejorar.

¡Bom, bom, bom!

Justo cuando pensaba esas cosas, alguien tocó la puerta de su oficina.

―Director Wang, el joven amo Qin de la familia Qin dice que lo está buscando.

Wang Wei sonrió.

―Ya llegó. Dile que estoy ocupado y no quiero ver a nadie ―dijo Wang Wei con calma.

La secretaria cerró la puerta y volvió a la recepción para decírselo a Qin Mu, que ya estaba al borde del llanto.

―Yo… tengo que hablar urgentemente con el director Yang. Por favor, dígale. ¡Por favor!

Qin Mu no se atrevió a ir directamente a su oficina. Antes había sido tonto pero no más. Era claro que no podía darse el lujo de ofender al jefe de Star Entertainment. Ni siquiera su familia entera podía. Se había atrevido a pedir diez boletos, pero fue como pedir diez bombas.

―Lo lamento mucho pero el director Wang está muy ocupado ―respondió la secretaria con tranquilidad―. Vuelva a primera hora mañana. Hoy vinieron muchos funcionarios pero el director no los recibió.

Lo que quería decir era que Qin Mu no era más que un don nadie. ¿Qué importaba que fuera el joven amo de la familia Qin? Comparado con los demás, era una cucaracha. En menos de un día, todos en la empresa se habían sorprendido tanto que quedaron insensibles. Tantos peces gordos habían ido a rogar para ver a Wang Wei y se portaban tan humildemente que era casi imposible de creer. Este hombre sólo era un simple hijo de la familia Qin, así que no le prestarían atención.

―Director Wang, ese tipo lleva arrodillado una hora. Es bastante necio ―dijo la secretaria mientras entraba a la oficina con cara de resignación.

―Si puede aguantarlo, que se quede arrodillado. ―Wang Wei no iba a ser amable con él y se burló―: Eso es lo que se merece por intentar aprovecharse de la compañía sin antes estar seguro de que puede hacerlo.

¿Acaso no sabía a quién le pertenece esta empresa? ¡A Jiang Ning! Le pertenece al rey del territorio prohibido llamado Donghai. Ese hombre era como un dios. El tercer hijo de la familia Su, ese infame derrochador, también había recibido tal paliza de Jiang Ning que acabó rogándole piedad de rodillas. La familia Su ya ni siquiera existía. Hoy, Jiang Ning incluso había hecho alarde de su influencia en el círculo legal. Wang Wei sabía que aunque tuviera que morir se aseguraría de mantener en alto la reputación de Jiang Ning.

Si este joven amo de la familia Qin se atrevía a exigirle boletos a la compañía, eso significaba que no tenía respeto por Star Entertainment. Si no le daba una lección, ¿cómo le demostraría a todos los demás?

―Pero tenemos que irnos ―se quejó la secretaria―. El señor Jiang dijo que no es ético obligar a los empleados a trabajar horas extras a cambio de nada.