Héroe Retrasado romance Capítulo 605

Chen Gong no se había esperado que Lin Yuzhen lo engañara con aquella táctica. El Grupo Lin había anunciado en público que quería cambiar los estándares de la industria al establecer su propio estándar local. Incluso rompieron relaciones con numerosos canales de ventas que se habían esforzado por conseguir. Todos pensaban que la empresa se aseguraría de que su nuevo producto fuera clasificado como categoría uno de desempeño y que compitiera sin problemas con las marcas internacionales, pero al final, todo era una treta. El verdadero objetivo de Lin Yuzhen era apoderarse del nicho dirigiéndose a los consumidores con menor poder adquisitivo, los cuales conformaban la mayor parte de la población.

—No sé si debería llamarte lista o artera, Lin Yuzhen.

Chen Gong meneó la cabeza, sorprendido y un poco indignado a la vez. No se lo había esperado; había caído en la trampa muy fácilmente y eso era algo que nunca le había sucedido en sus años como hombre de negocios. Antes siquiera de conocer a su oponente, había luchado y perdido una batalla. Justo ahora, el nuevo producto del Grupo Lin se había expandido a la mayor parte de la gama baja del mercado, y no había rival para ellos en Shenghai, pues el público meta de Ceyranka, una marca internacional, era muy distinto: ellos se abocaban a la gama alta del mercado, con sus consumidores de mayores ingresos. Sus precios eran altos pero sus ventas nunca llegaban a ser tan altas como las de la gama baja del mercado. Después de todo, la gente común y corriente era la mayoría. Chen Gong no se sentía miserable porque el producto de Grupo Lin hubiera tenido éxito al cambiarle la jugada, sino porque sentía que un truco tan simple no debería haber engañado a alguien como él, y esto lo veía como un insulto. Para él, el Grupo Lin era una empresa vulnerable que caería con sólo utilizar el estándar internacional contra ella, pero en lugar de eso lo habían perjudicado.

—Señor Chen, no esperaba que Lin Yuzhen fuera tan capaz. Nadie lo vio venir.

El secretario también estaba pasmado. Nadie lo había previsto, y ahora el resultado era evidente. Chen Gong no podía hacer nada.

—¿Lin Yuzhen dará mañana una rueda de prensa? —inquirió con el rostro inexpresivo.

—Así es. Va a explicar algunas operaciones del Grupo Lin y la apertura de sus tiendas.

El secretario respiró hondo. Tales acciones eran raras en aquella industria. El Grupo Lin había rehusado trabajar con otros detallistas y eligió abrir sus propias tiendas, así como vender sus productos en su propio sitio web. Era un modelo de negocios nunca antes visto.

—Hola, habla Lin Yuzhen.

Alguien contestó en la otra línea.

—Hola —dijo Chen Gong en voz baja, haciéndose sonar maduro y encantador—. Señorita Lin, mi nombre es Chen Gong. Soy el director de la oficina Shenghai de Ceyranka.

Lin Yuzhen supo de inmediato quién era: la persona que se había asegurado de que su producto fuera clasificado como categoría tres.