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La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 605

Nunca imaginó que, así como empezó a beber de repente, lo dejaría de la misma forma. A Mateo le costaba asimilarlo.

Úrsula estaba muy ocupada en ese momento.

—Tengo cosas que hacer, te cuelgo —dijo, mirando a Mateo.

—Claro.

Tras colgar, Úrsula abrió el perfil de Jana y lo examinó con detenimiento. La información era la misma de siempre, pero esta vez notó un detalle nuevo: veinte años atrás, Jana había sido propietaria de un inmueble en Villa Regia. Sin embargo, la propiedad fue vendida tres meses después de la desaparición de Leticia.

A simple vista, solo era una casa. Pero Úrsula encontró dos puntos que no cuadraban.

Primero, tanto Jana como Leticia eran trabajadoras comunes. Aunque los precios de las viviendas no eran tan altos hace veinte años, sus salarios no les habrían alcanzado para comprar una propiedad.

Segundo, ¿por qué Jana decidiría vender la casa apenas unos meses después de la desaparición de su hermana?

Úrsula abrió una aplicación de bienes raíces y buscó el fraccionamiento donde se ubicaba la propiedad. No tardó en descubrir que la casa de Jana estaba de nuevo a la venta.

Ding-dong.

Su celular recibió un WhatsApp. Era de Israel Ayala.

[Bebé, ¿qué haces? ¿Vamos al cine mañana?]

Úrsula respondió: [Mañana voy a ver una casa.]

[Entonces vamos juntos. ¿A qué hora salimos? Paso por ti.]

[Como a las nueve de la mañana.]

[Perfecto, bebé.]

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

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