La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 669

¿La grabación recuperada? La noticia electrizó a Pedro.

—¿De verdad? —le preguntó a Marcos, incrédulo.

—Sí. —Marcos le mostró el celular—. Mira el mensaje que me envió J.

La respuesta era escueta: 【Grabación recuperada.】

Pedro, aún más emocionado, exclamó:

—¡Rápido, pon el video! ¡Quiero ver la cara que pone Mariano cuando le presente la prueba irrefutable!

Con esa evidencia, no solo podría meter a Mariano en la cárcel, sino también salvar a Joyería CL de la crisis y, lo más importante, limpiar el nombre de Alejandra de toda sospecha.

Marcos inició sesión en la aplicación. La pantalla ya no estaba en negro, sino que mostraba la imagen en tiempo real.

—Este tipo es un genio —dijo Marcos con una sonrisa.

J le había dicho que tardaría entre tres días y una semana, pero apenas habían pasado dos. Su habilidad era impresionante.

Marcos buscó la opción de reproducción. Como no sabía la fecha exacta del robo, ajustó el tiempo para empezar desde el momento en que terminaron el diseño y activó el avance rápido. A pesar de la velocidad, a Pedro le parecía una eternidad. Ardía en deseos de reivindicar a Alejandra.

—¿No puede ir más rápido?

—Ya está al máximo —respondió Marcos—. Mejor vámonos a casa y lo vemos con calma. No es plan de quedarse aquí parados.

—Tienes razón. Tú conduce, yo sigo mirando.

—Mejor pido un conductor. Así lo vemos juntos.

—De acuerdo.

El conductor no tardó en llegar. Se sentaron en el asiento trasero y continuaron viendo la grabación. El hospital no estaba lejos de la casa de Pedro; en veinte minutos llegaron. Justo entonces, en la pantalla apareció Alejandra, llevándole el consomé a Pedro.

—¿Ves? —dijo Pedro, con aire de suficiencia—. Mi prima se preocupa por mí. ¿Tu hermana te llevaría un consomé en plena madrugada?

Para Pedro, Marcos simplemente estaba celoso. Celoso de que él tuviera una prima tan atenta, mientras que la hermana de Marcos solo sabía pedir, nunca dar. Y por celos, la difamaba. Vaya tipo.

Marcos lo miró de reojo.

—Mi hermana es práctica. No se anda con esas cosas.

Pedro puso los ojos en blanco. Era obvio que a Marcos le había dolido el comentario. Estaba a punto de replicar, pero ya llegaban a la casa y no quería que Alejandra los oyera discutir sobre ella.

Al entrar, la encontraron sentada en el sofá, viendo la televisión. Marcos reconoció al instante la ropa que llevaba: un diseño de lujo de la última temporada, de seis cifras como mínimo.

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