La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 761

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¿Comer cristales de hielo? ¿Y además, de las profundidades de un glaciar? ¡Menudo disparate!

Wendy entrecerró los ojos. —Señorita Solano, aunque yo también soy de Mareterra y deberíamos apoyarnos mutuamente cuando estamos fuera, ¡no puedo ponerme de su lado en esto! Una persona normal, ¿quién se pondría a comer cristales de hielo de un glaciar? Usted solo se está aprovechando de que el señor Denis está en coma y no puede desmentirla para inventarse estas historias.

—¿Usted también es de Mareterra? —enarcó una ceja Úrsula—. ¿De esa clase de personas que reniegan de su país por admiración a lo extranjero?

Aunque no conocía a Wendy, por su aspecto y su forma de vestir, dedujo que debía de haber renunciado a su nacionalidad de Mareterra hacía tiempo. Renunciar a la nacionalidad no era algo vergonzoso en sí mismo, pero la actitud de Wendy, que humillaba a sus compatriotas con aires de superioridad, sí que lo era.

"¿Qué clase de personas? ¿Gente que reniega de su país?".

Wendy se quedó helada. ¿Qué quería decir Úrsula con eso? ¿La estaba llamando traidora, indigna de ser de Mareterra? ¡Aquella zorra era una descarada!

Wendy apretó los puños. No le había hecho nada, pero Úrsula la había insultado de esa manera. ¡Lo había hecho a propósito! Para dejarla en ridículo. Efectivamente, ¡de tal palo, tal astilla!

—¡Señorita Solano, no es usted quién para juzgarme! —dijo Wendy, tratando de mantener la calma—. ¡Mejor preocúpese por usted misma! Una curandera de tres al cuarto como usted, ¿se atreve a venir a engañar a los Ramsey? ¿Cree que la señora Ramsey es tan fácil de embaucar?

Dicho esto, Wendy se dirigió a la señora Ramsey. —¡Señora Ramsey, no puede dejar escapar a esta impostora! Si no, la gente pensará que los Ramsey son unos ingenuos.

La señora Ramsey se quedó allí, sin saber cómo reaccionar. El consumo de los cristales de hielo del glaciar San Hari siempre había sido un secreto de la familia Ramsey. Ni siquiera Bianca lo sabía. Si Bianca le había contado a Úrsula que Denis y los demás habían estado en el glaciar, ¿cómo se había enterado de lo de los cristales?

Según la leyenda, quien tragara los cristales de hielo de las profundidades del glaciar San Hari sería bendecido por la diosa de la fortuna, y la suerte de su familia perduraría. Por eso, los hombres de la familia Ramsey, al cumplir los veinte años, viajaban al glaciar.

Bianca, con el rostro serio, se dirigió a Wendy. —¡Señorita Barragán! Por favor, mida sus palabras. ¡La señorita Solano es una eminente doctora invitada por la familia Ramsey, no una impostora! ¡Si sigue insultándola, no me importará la familia Avery y la echaré de aquí!