Había llaves de carros de lujo.
También había joyas carísimas.
Y bolsas de millones de pesos…
Así como la imagen de una empleada arrodillada a sus pies para atenderla.
La vida opulenta de los ricos era algo que la gente común no podía ni imaginar, y era precisamente por eso que la cuenta de Wendy en redes sociales tenía tantos seguidores.
[Feliz cumpleaños, mi princesa.]
[¡No me imagino lo espectacular que va a ser la fiesta de esta noche!]
[Princesa, ¿no te falta un perrito faldero? ¡Porque aquí estoy yo! ¡Guau, guau!]
[Oigan, ¿escuché que el duque Wyll también va a ir a la fiesta de cumpleaños de la princesa esta noche? ¿Es verdad?]
[¿El duque Wyll? No puede ser, ¿o sí? El duque Wyll no es de los que se rebajan a ir a cualquier fiesta.]
Al ver los comentarios que ponían en duda la noticia, Wendy no explicó nada; simplemente le dio «me gusta» a aquel que mencionaba que Armando también asistiría a su fiesta de cumpleaños.
Un «me gusta» era mucho más efectivo que ponerse a dar explicaciones.
[¡La princesa le dio «me gusta» a mi comentario! Parece que los rumores son ciertos.]
[¡Qué nivel! ¡Tenía que ser la princesa!]
[Lograr que hasta el duque Wyll asista a su fiesta… la verdad es que la princesa es muy influyente.]
[Yo digo que esta noche el duque Wyll seguro la invita a bailar la primera pieza.]
[Tranquilos, yo también voy a la fiesta de la princesa esta noche. Les hago una transmisión en vivo para que vean todo.]
La que respondió a ese comentario era Aurelia, una amiga de Wendy. Era una *influencer* y la única invitada a la fiesta de cumpleaños de Wendy que venía de ese mundo.
[¡Pendiente!]
[Pendiente +1.]
[…]
Después de darle «me gusta» al comentario, Wendy cerró su sesión, apagó el celular y miró a la abuela Barragán.
—Mamá, hoy también viene Bianca. Tienes que decirle a la gente que vigile a esa zorra, no dejes que Bianca la vea.
Bianca y Úrsula eran muy buenas amigas.
Y como Valentina y Úrsula se parecían tanto, si Bianca llegara a ver a Valentina, sería un desastre.
Aunque no era seguro que Bianca la viera.
Pero más valía prevenir que lamentar.

VERIFYCAPTCHA_LABEL
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Cenicienta Guerrera