La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 826

—Gracias —Wendy tomó la caja que Aurelia le entregaba con ambas manos y exclamó con sorpresa—: ¡Es una perla luminosa! Me encanta.

Las perlas luminosas eran objetos extremadamente raros.

Esto demostraba…

Que Aurelia se había esforzado en su regalo de cumpleaños.

Aurelia sonrió.

—¿Qué es una perla luminosa? Wendy, si hasta el duque Wyll ha venido a tu fiesta de cumpleaños, eso demuestra el lugar que ocupas en su corazón. Seguro que el regalo que te ha dado el duque Wyll es el mejor de todos. Por cierto, ¿tendré la suerte de ver el regalo que te ha dado? Para maravillarme un poco.

En opinión de Aurelia, si a Armando le gustaba Wendy, sin duda se habría esmerado con el regalo de cumpleaños.

Por lo tanto.

La intención de Aurelia era reivindicar a Wendy.

Aunque Aurelia era una *influencer* famosa, su familia era de origen humilde. Si no fuera por su cercanía con Wendy, con su estatus, no habría podido asistir a una fiesta de este calibre.

Mucho menos conocer a Armando, Bianca y otras figuras de la élite del País del Norte.

Ahora que Armando se había enamorado de Wendy, en el futuro tendría que ser aún más cuidadosa al halagarla.

Y daba la casualidad de que a Wendy le faltaba una oportunidad para presumir.

La intervención de Aurelia fue como un regalo caído del cielo.

Tras sus palabras.

Todos en el salón de fiestas miraron a Wendy, con los ojos llenos de curiosidad.

Ellos también querían ver qué regalo le había hecho Armando a Wendy.

Una joven de buena familia, amiga de Aurelia, añadió:

—Sí, sí, la señorita Aurelia tiene razón. Señorita Barragán, el duque Wyll nunca antes había asistido a la fiesta de cumpleaños de ninguna mujer, ¡usted es la primera! Muéstrenos el regalo que le dio, para que nosotros también podamos admirarlo.

Wendy sonrió y asintió.

—Ya que todos tienen tantas ganas de verlo, iré a que lo traigan.

Mientras hablaba, una expresión de suficiencia se dibujó en su rostro. Ella era la mujer que Armando amaba.

Armando siempre había sido muy generoso con las mujeres que le interesaban y, además, esa noche se le iba a declarar. Por lo tanto, Wendy estaba convencida de que el regalo de Armando sería algo que dejaría a todos boquiabiertos.

Quizás fuera un tesoro de la familia Avery.

Y lo que ella tenía que hacer ahora era dejarles claro a todas esas mosquitas muertas que rodeaban a Armando que solo ella era el único y verdadero amor de su vida.

Todas ellas juntas no le llegaban ni a la suela del zapato.

Dicho esto, Wendy miró a un sirviente.

—Ve a traer el regalo que me dio el duque.

—Sí, señorita.

El sirviente asintió y se retiró respetuosamente a buscar el regalo.

Pronto.

El objeto fue traído.

Era una caja muy elegante.

Al ver la caja, los sirvientes comenzaron a especular.

—Ahí dentro debe haber un tesoro invaluable.

—He oído que al duque Wyll le gusta la señorita Barragán, quizás sea un regalo de compromiso.

—…

VERIFYCAPTCHA_LABELVerificar