Entrar Via

La Exesposa Millonaria Bajo el Velo romance Capítulo 28

La distancia entre ellas era considerable, y además Nora había hablado tan bajo que Karla no la escuchó. Sin darse cuenta de lo que ocurría arriba, Karla simplemente se dio la vuelta y bajó las escaleras.

Nora corrió tras ella, pero una de las empleadas del servicio la detuvo.

—Chiquita, espera tantito, deja que la señora te seque el cabello.

—No hace falta, gracias señora —respondió Nora, esquivando como pudo y echando a correr en dirección a Karla.

Pero Karla ya había bajado.

En la sala, Tamara estaba sentada en el sillón. Al ver el semblante sombrío de Karla al bajar, soltó una carcajada cargada de veneno.

—¿Qué tal? ¿Ya te diste cuenta de lo poco bienvenida que eres en esta casa? Si yo fuera tú, me largaba de aquí, no tiene sentido quedarte nada más para que todos te vean con asco.

A Karla le hervía la sangre por dentro, pero no tenía ánimo ni paciencia para andarse con juegos ni discusiones con Tamara.

Al notar que Karla la ignoraba, el rostro de Tamara se endureció. La molestaba profundamente esa manera tan serena, pero orgullosa, en la que Karla se comportaba. Si algo le fastidiaba, era que Karla no perdiera la compostura. En el fondo, Tamara prefería cuando Karla, años atrás, había estado desesperada y hecha polvo al enterarse de que Bastián la había dejado para cuidar a la madre de Tamara.

Tamara bajó la mirada hacia su propia muñeca, donde relucía un brazalete. Una sonrisa torcida se dibujó en sus labios cuando lo levantó y lo agitó con aire presumido.

—Qué bonito está este brazalete, ¿no te parece? Bastián dice que me queda increíble. ¿Tú qué opinas?

Por supuesto, Tamara sabía perfectamente que ese brazalete era de Karla, una herencia de su madre. Eso solo lo hacía más dulce.

Al ver el brazalete, Karla sintió que le clavaban una espina en el corazón. Una sombra oscura cruzó por sus ojos.

—¿De verdad te gustan tanto mis cosas? —preguntó, con voz dura.

—¿Tus cosas? ¿De qué hablas? ¿De este brazalete? —Tamara se levantó y se plantó frente a Karla, parpadeando con una inocencia fingida—. Este brazalete me lo regaló Bastián, ¿con qué derecho sales a decir que es tuyo? ¿Tienes alguna prueba?

La rabia y el dolor se mezclaron en la mirada de Karla, especialmente al escuchar que Bastián se lo había regalado a Tamara.

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Exesposa Millonaria Bajo el Velo