La Heredera del Poder romance Capítulo 2892

"Pues facilítenle el camino."

Fue una frase tan fría y despiadada que a cualquiera le helaba la sangre.

El asistente se quedó pasmado por un momento, pero enseguida respondió:

—Está bien, jefe.

Vicente tomó la pluma estilográfica que estaba sobre el escritorio, firmó los papeles y preguntó:

—¿Qué novedades hay en Capital Nube?

El asistente lo miró de reojo.

—Don Albarracín ya regresó a Capital Nube.

—Bien —asintió Vicente, y añadió—: Avísales a los Duro que esto se va a manejar como debe ser. Voy a conseguirle al afectado el mejor abogado que se pueda.

La familia Duro tampoco era poca cosa en Capital Nube, como para que necesitaran que Vicente les buscara un abogado.

Justo esa acción dejaba clara la postura de Vicente.

La familia Albarracín… esta vez sí estaba acabada.

El asistente asintió.

—Entendido, jefe.

Capital Nube.

Casa de los Duro.

Liam iba y venía por la sala, inquieto.

—Papá, ¿tú entiendes qué pasó en realidad esta vez? Tengo un mal presentimiento, no puedo estar tranquilo.

Todo el mundo en Capital Nube sabía que la familia Albarracín tenía una deuda de gratitud con Vicente, y por eso él siempre, de una forma u otra, les cubría la espalda.

Por eso mismo, casi nadie se atrevía a meterse con los Albarracín, aunque José Albarracín fuera un patán insoportable y muchos tuvieran que tragarse sus humillaciones.

Pero esta vez, Vicente no solo no protegió a la familia Albarracín, sino que fue él mismo quien mandó a José Albarracín a la cárcel. Por donde se viera, nada de esto tenía sentido.

¿O qué, ahora ya todo cambió?

Liam, después de todos los desplantes que le había hecho pasar José Albarracín, ya le tenía hasta miedo.

Don Duro, que ya tenía las sienes canosas y era casi de la misma edad que don Albarracín, le dijo con calma:

—Tranquilízate.

—¡Papá, ya viste todo lo que está pasando y tú me pides que me calme! —replicó Liam—. ¿Qué crees que está tramando el señor Vicente Solos?

Liam sentía como si estuviera soñando.

Cuando llegaron las noticias de la casa Solos, pensó que él era el que estaba perdido, pero resultó que esta vez Vicente había venido a ayudarlo.

El que terminó en la cárcel fue José Albarracín.

Don Duro se acarició la barba y dijo:

—Los Albarracín se han aprovechado de la protección de los Solos durante años, haciendo y deshaciendo en Capital Nube. Todo cae por su propio peso, esto es solo el resultado de sus actos.

—¿Y si el señor Vicente Solos está tendiéndonos una trampa? —insistió Liam.

Don Duro soltó una risa breve.

—¿Tú crees que Vicente Solos tiene tiempo para andar en juegos como tú?

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