La Heredera del Poder romance Capítulo 457

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Mientras observaba a Yolanda fruncir el ceño, Roberto sentía una punzada de incomodidad por dentro. "Yoli, ¿estás teniendo problemas?"

"No, Roberto, ¿qué problemas podría tener?" Yolanda negaba con una falsa fortaleza.

Cuanto más negaba Yolanda, más seguro estaba Roberto de que algo le preocupaba. Continuó diciendo: "Yoli, somos los mejores amigos. Cualquier cosa que te moleste, puedes decírmela. Si está en mi mano ayudarte, no dudes que lo haré."

Yolanda negó con la cabeza. "En realidad, no es nada, Roberto. Aprecio mucho tu preocupación."

"¿Estás segura de que no es nada?" Roberto insistía preocupado.

"Te lo aseguro."

Al llegar a este punto, Yolanda cambió el tema: "Roberto, ¿sabes cuál es mi mayor deseo?"

"¿Cuál es?" Roberto estaba muy curioso.

Con una sonrisa, Yolanda dijo: "Mi mayor esperanza es que algún día, en nuestro país Torreblanca, no haya ningún huérfano. ¡Que todos los niños puedan nacer en una familia feliz!"

Roberto sentía que en ese momento Yolanda brillaba con luz propia.

¿Cuántas personas en este mundo cínico y egoísta podrían ser tan bondadosas y puras como Yolanda?

Con un suspiro, Yolanda continuó: "¡Roberto, mira lo adorables que son estos niños! No entiendo cómo sus padres pudieron abandonarlos. Tal vez tuvieron sus razones, pero pase lo que pase, ¡no deberían haberse deshecho de sus propios hijos!"

Al decir esta última frase, Yolanda suspiró profundamente, mostrando cuánto le dolía la situación de estos niños.

Roberto dijo: "La gente es compleja, Yoli. No todos son tan bondadosos como tú."

Yolanda, un poco avergonzada, respondió: "Roberto, me pintas mejor de lo que soy. Realmente, no he hecho mucho; nací en una familia acomodada y solo hago lo que puedo."

Roberto replicó: "Si todo el mundo pensara como tú, estos huérfanos no tendrían que vivir de esta manera tan rigurosa." Gabriela también era muy rica, pero nunca la había visto donar ni un centavo al orfanato.

¡Quizás!

Esa era la diferencia entre las personas.

Ella, aunque era una genio de la tecnología y una estrella viral en internet, siempre pensaba solo en su propio disfrute, sin preocuparse por aquellos en el mundo que podrían necesitar su ayuda.

Yolanda sonrió.

Pero Roberto pudo ver una tristeza inexplicable en esa sonrisa.

"Yoli, ¿qué te pasa realmente?" Roberto estaba muy preocupado por ella.