La Heredera del Poder romance Capítulo 974

"¿Qué tiene que ver esto con Vale?" Jana estaba furiosa. "Si realmente queremos buscar responsables, ¡deberías culpar a tu madre! Desde que volvió, tu padre y tú habéis cambiado!"

Después de decir esto, Jana continuó: "Adam, si todavía me consideras como tu abuela, ¡deberías mudarte de esa casa de inmediato! ¡Corta la relación con tus padres!"

Si Adam siguía estando cerca de Sofía, tarde o temprano sería corrompido por ella.

Antes, él era un estudiante ejemplar.

¿Pero ahora?

Ni siquiera era capaz de distinguir lo bueno de lo malo.

Valeria era bastante buena.

¡Pero Adam simplemente no lo veía!

Adam frunció el ceño ligeramente y dijo: "Abuela, te llamo abuela ahora porque recuerdo cómo me criaste desde pequeño. Sin embargo, si continúas así, tarde o temprano te encontrarás sola!"

"Si sabes que fui yo quien te crió, entonces deberías saber que sin mí, ¡no existirías!" Jana frunció el ceño. "¡Adam! ¡Soy tu abuela! ¡Tu verdadera abuela! Cuando naciste, solo pesabas tres libras y te crié con mucho sacrificio. ¿Es así como me lo agradeces?"

Jana sintió que su corazón se enfriaba.

Este era el nieto que había criado con sus propias manos.

Pensó que Adam era un buen chico que la respetaría.

Nunca pensó que terminaría criando a un ingrato.

Si hubiera sabido esto, quizás nunca habría asumido la responsabilidad de criarlo.

"No quería mencionar el pasado," dijo Adam con calma. "Pero ya que lo mencionaste, dejaré claro una vez más, si no me hubieras llevado lejos de mi madre, ¡no habríamos estado separados tantos años!"

Jana lo miraba con cierta incredulidad mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. "¡Bien! Después de todo lo que he hecho por criarte, no solo no estás agradecido, sino que también me echas la culpa de todo. ¡Criar a un perro habría sido mejor! ¡Al menos un perro sabe mover la cola! ¿Y tú? ¿Qué sabes hacer?"

Cuando Jana trajo a Adam desde Capital Nube, ya tenía sesenta y dos años.

Para una persona de sesenta y dos años, criar a un bebé recién nacido no era tarea fácil.

Pero ahora, ¿cómo la estaba tratando Adam?

Cuanto más pensaba Jana en ello, más amargada se sentía.

Adam ya estaba decepcionado con ella y continuó: "Abuela, lo que va viene, nadie escapa de su destino. Ahora, por Valeria, has creado un situación caótica en la familia, ¡y todos te han dado la espalda! Tarde o temprano, el karma llegará. Y quizás, el karma ya está en camino. Cuando te arrepientas, será demasiado tarde."

Jana no pudo evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas.

¿Realmente había tomado la decisión equivocada?

¿Por qué no podían aceptar a Valeria?

Ella era la matriarca de la familia Lozano, ahora con más de ochenta años. Había vivido más experiencias de las que ellos podrían imaginar, ¿por qué simplemente no podían entenderla?

¿Acaso querían verla morir?

Jana permaneció de pie fuera del dormitorio durante mucho tiempo antes de regresar al apartamento de Valeria.

Alrededor de las cinco de la tarde, ella regresó a la casa.

Al abrir la puerta del salón, vio a Jana acostada en el sofá.

¿Acaso el medicamento ya estaba haciendo efecto?

Valeria entrecerró los ojos. "Abuela."

Jana no respondió.