La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1043

Nicole estaba demasiado furiosa para ser racional.

“Entonces, ¿van a dejarlo pasar? Todos están arremetiendo contra Julie ahora. ¿Qué hizo mal?”.

Julie solo abandonó a un vanidoso Roman e hizo que él tuviera una probada de su propia medicina.

¿Por qué Julie tenía que enfrentar todo esto?

Dominic suspiró.

“Lo entiendo, pero ya pasó. Incluso si lo retiramos, será demasiado tarde. Lo más importante es impedir que ese tipo hable. Tu tercer hermano ha salido a buscarlo. Ahora me preocupa que alguien salga herido…”.

La expresión de Nicole cambió radicalmente. Inmediatamente colgó la llamada y salió con prisa.

“Logan, si hay algo, haz que mi hermano mayor se ocupe de ello. No te pongas en contacto conmigo si no es urgente”.

Logan respondió: “Entendido”.

Él sabía que Julie era la mejor amiga de Nicole, así que en este momento, Nicole no podía quedarse de brazos cruzados.

Nicole llamó a Kai como una loca, pero nadie respondió.

Con el temperamento de Kai, ¡realmente podría matar a Roman a golpes!

Ella le preguntó a Dominic.

“¿Sabes dónde está Roman ahora? ¿Dónde fue mi hermano a buscarlo?”.

Dominic respondió: “Parece que está en su ciudad natal, el Condado de Brick”.

Nicole colgó la llamada e inmediatamente pisó el acelerador. Se apresuró a ir tan rápido como podía.

Estaba nerviosa y preocupada por Julie. También le preocupaba que Kai hiciera algo estúpido.

Nicole quería dividirse en dos.

Entonces llamó a Yvette.

“¿Fuiste a la casa de Julie?”.

Yvette también entró en pánico. Su tono se escuchaba ansioso.

“¡Por fin llamaste! Estaba muerta de miedo. ¡Estoy en camino justo ahora! Escuché que Julie fue a la oficina pero fue bloqueada por los medios de comunicación y los fanáticos de Roman, así que se fue a casa. Todo el mundo la estaba maldiciendo y diciendo todo tipo de palabras sucias. Me enfurecí tanto que los maldecí en línea…”.

El tono de Nicole era severo. “No importa lo que pasa en línea. Lo más importante es que Julie está bien. Ve a su casa y vigílala”.

“Vas a venir, ¿verdad? ¡Tengo miedo de que no pueda encargarme sola!”.