La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 112

Eric Ferguson no entendía por qué se sentía tan inquieto y molesto. ‘En estas circunstancias, ¿por qué Nicole tiene todavía las agallas de aparecer aquí? ¿Aún tiene expectativas de Grant Stanton? ¿No ve que todo el mundo la trata como basura y solo quiere evitarla?’.

Además, aquellas flores que ella sostenía le resultaban extraordinariamente agonizantes.

Eric miró a Nicole con un rostro sombrío. Le dijo con cierta irritación: “No importa lo que estés haciendo. Será mejor que no lo hagas hoy. Todo el mundo te está observando, así que si realmente haces algo fuera de lugar, ¡ni siquiera yo podré protegerte!”.

Si ese fuera el caso, el Viejo Amo Ferguson no sería el único en contra de Nicole, sino también toda la familia Stanton.

Nicole soltó una carcajada, pero sus ojos se mantenían fríos.

“¿Protegerme? Señor Ferguson, ¿cuándo me has protegido? Creo que solo tienes miedo de verte involucrado conmigo y arrastrar a tu familia en esto, ¿no es así?”.

'¿Acaso todos los insultos que tengo que soportar no son gracias a los Ferguson? ¿Eric todavía tiene el descaro de decirme esa palabra ahora? ¿Realmente piensa que soy una tonta?’, pensó Nicole.

Al escuchar sus palabras, el corazón de Eric se apretó de repente. Frunció el ceño con fuerza y supo en su interior que Nicole debía odiarlo a él y a su familia, pero no sabía cómo debía explicárselo.

“Nicole…”. Wendy Quade se acercó apresuradamente desde no muy lejos y se puso al lado de Eric. Su voz era suave mientras decía: “Todo es culpa mía. Sé que me odias y no te culpo por lo que pasó la última vez, pero por favor, no hagas una escena aquí. Solo harás que sea incómodo para ambas partes…”.

La mirada sombría de Nicole recorrió de arriba a abajo a Wendy. Curvó los labios y dijo: “¿Me culpas? ¿Acaso no tienes vergüenza?”.

Wendy le dirigió una mirada suave a Eric. Él no parecía culpar a Nicole en absoluto. Se detuvo un momento, luego pretendió estar triste y fingió ser magnánima.

“Nicole, ya te divorciaste de Eric. ¿Piensas odiarnos por el resto de tu vida solo por el pasado?”.

Nicole la miró fríamente. “¿Acaso eres lo suficientemente digna como para que te recuerde de por vida?”.

El rostro de Wendy se tornó sombrío. Se mordió el labio inferior y dijo: “Eric y yo esperamos que puedas dejar atrás el pasado y empezar de nuevo. Hoy es la gala de aniversario de la Corporación Stanton. Si pasa algo, solo conseguirás que no puedas salir de día. ¡Lo más importante ahora es mirar el panorama completo!”.

Eric frunció ligeramente el ceño. Su mirada era compleja y fría mientras miraba a Wendy.

De alguna manera, las palabras de Wendy lo hicieron sentirse muy incómodo.

Los labios de Nicole formaron una mueca mientras miraba a la escoria y a la p*rra que tenía enfrente. Cada uno de ellos era más hipócrita y abominable que el otro, lo que la hacía sentir asco.

‘¿Mirar el panorama completo? ¿Que me vaya significa mirar el panorama completo?’, pensó Nicole.

“¿A quién beneficiará eso? ¿A ustedes? ¿Quieren que me vaya para que nadie sepa que ustedes dos tuvieron una aventura extramatrimonial? Ahórrense este acto lamentable y dejen de ser tan desagradables. La existencia de ambos es el mayor chiste por aquí”.

Nicole estaba muy disgustada, pero no tenía ganas de seguir conversando con esos dos y solo dejó ese comentario sarcástico. Notó que Yvette la saludaba desde no muy lejos, por lo que ella despreocupadamente miró por última vez a las dos personas que tenía delante y se alejó sin decir algo más.

Wendy estaba resentida por haber sido regañada por Nicole. Miró a Eric de reojo, pensando que él los defendería.

Después de eso, se dio la vuelta y se fue sin mirar atrás.

Wendy se quedó sola en la puerta, con la mirada perdida y sombría.

“¡Wendy, ven aquí rápido! Mi madre te está buscando por todas partes…”. Ingrid le hizo una seña con la mano.

Wendy corrió hacia Ingrid como si hubiera visto a su salvadora. ‘Con Quinn e Ingrid cerca, Eric no me echará, ¿verdad?’.

“¿Qué pasa? ¿De qué hablaron mi hermano y tú para que te veas así?”.

“Nada”. Wendy fingió una sonrisa. Su rostro lucía extraordinariamente pálido. ‘¿Por qué Eric me permitió irme?’.

Wendy no pensó que cavaría su propia tumba.

Eric, que solía ser receptivo con ella, ahora la evitaba.

¿Por qué?

Desde que Wendy volvió del extranjero, ella sentía que todo era diferente.