La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1138

Nicole dijo: “Señorita Lehman, no importa cuál sea tu elección, espero que las cosas resulten para ti”.

Ella suspiró. “Si necesitas ayuda, siempre puedes acudir a mí”.

Nicole no pensaba que Livia era una inútil. Simplemente se sentía desconsolada por ella.

Aunque ambas se encontraban en la misma posición, la forma en que trataban y miraban las cosas era completamente diferente.

Nicole tuvo la fuerza y ​​el capital para luchar contra Eric.

Sin embargo, ¿qué hay de Livia?

Sus esfuerzos eran solo un juego de niños a los ojos de Keith.

Él solo tenía que mover ligeramente sus dedos para destruir a Livia.

Esta era también la razón por la que Nicole sentía pena por ella.

Nicole estaba dispuesta a ayudar a Livia, pero el requisito era que ella se decidiera.

En este momento, Livia estaba embarazada del hijo de Keith. No estaba muy claro hacia dónde se inclinaban sus sentimientos.

Nicole no siguió preguntando, y Livia tampoco parecía querer decir nada más.

"Gracias, lo haré. Siempre has sido muy envidiable. Pase lo que pase, yo también te deseo lo mejor, Señorita Stanton”.

Después de que Livia terminó de hablar, sonrió, respiró profundamente, se dio la vuelta y se fue lentamente.

Nicole observó a Livia durante mucho tiempo. Cuando la figura de Livia se desvaneció, dejó escapar un suspiro y se dio la vuelta.

En el momento en que lo hizo, su cuerpo se puso ligeramente rígido.

Nathaniel estaba en la puerta, apoyado contra la pared.

Él ya no tenía la mirada emocionada que tenía dentro de la sala. Parecía un perro desaliñado de luto.

Incluso sus ojos estaban rojos.

Su cuerpo estaba tenso, pero parecía completamente débil.

Nicole se quedó en silencio por un momento, sin saber qué decir.

Ella se acercó y lo miró.

"¿La viste?".

Nathaniel alzó un poco la mirada. Sus ojos estaban enrojecidos.

Nicole fue tomada por sorpresa y lo miró sorprendida.

Nathaniel se rio con autodesprecio.

“Por eso se desprendió de una carga como yo y decidió dejar atrás su odio del pasado para reconciliarse con Keith, quien enmendó su actitud”.

Nicole parecía dudar en hablar. "¿Ese niño es realmente de Keith?".

Nathaniel asintió. Su rostro era ceniciento.

“Sí, tal vez los dos simplemente no compartimos un destino. Olvídalo, Nicole”.

Su tono era algo sombrío.

Nicole se quedó en silencio y no dijo nada. Nathaniel se dio la vuelta y empujó la puerta.

Ella frunció los labios y se sintió complicada e incómoda por dentro.

Nicole se enteró de muchas cosas en solo una noche y le costó digerirlas.

Ella empujó la puerta, ignorando a todos los demás, luego tomó sus pertenencias y se fue.