La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1199

Clayton respiró hondo mientras miraba su piel blanca brillar con un rubor. Sus brillantes labios eran ligeros y brillantes.

Realmente lo estaba volviendo loco.

Sus ojos se oscurecieron.

Clayton sentía que su cuerpo estaba a punto de estallar, pero resistió ese sentimiento y le presionó los hombros para que ella no pudiera moverse.

Bajó la cabeza y le besó los labios con fiereza, con un ligero deseo de venganza.

Era como si quisiera besarla hasta que se le hincharan los labios.

Clayton solo la soltó cuando Nicole estaba a punto de quedarse sin aliento.

Le acarició el cabello. Su voz era increíblemente ronca.

“¿Por qué eres tan seductora?”.

Él soltó un ligero suspiro mientras se ponía de pie.

Nicole lo miró confundida. “¿A dónde vas?”.

Solo se estaban besando y, ¿ahora se había acabado?

Clayton se quedó perplejo y no se dio la vuelta.

“Tomaré una ducha. ¿Te importa si uso tu baño?”.

Nicole dijo: “No…”.

Él se fue a grandes zancadas, conociendo ya la distribución de la casa como la palma de su mano.

Ella estaba confundida, y su voz era muy baja al murmurar: “¿Solo besos? ¿Eso fue todo?”.

Ellos siempre se detenían al llegar a este punto.

Nicole, naturalmente, no esperaba ese tipo de cosas. No tenía mucha experiencia y tampoco tenía una buena impresión de eso.

Sin embargo, Clayton se alejaba cada vez más como si ella no fuera para nada atractiva. ¿Por qué era ella incapaz de hacer que él estuviera fascinado?

¿Acaso él era capaz de controlarse tan bien porque ella no era lo suficientemente encantadora?

Se sentó desconcertada mientras se pasaba la mano por su cabello desordenado.

Clayton escuchó sus palabras y se giró de repente.

“¿Quieres seguir?”.

Su respuesta hizo que a ella se le pusiera rígido el cuerpo.

Sus ojos la miraban amablemente, como si esperaran su respuesta.

Nicole apretó los labios. No, ¡por supuesto que ella no podía decir “sí!”.

¿Tan sedienta se veía?

“No, no quiero”.

La mirada de Clayton parecía poder devorarla.

Nicole se negó al instante.

…

Más de veinte minutos después.

Clayton llamó a la puerta del baño.

“¿Nena?”.

Nicole escuchó su voz y se acercó a la puerta.

“¿Sí?”.

Él dijo: “¿Podrías traerme una camisa? Mi ropa está mojada…”.

Nicole dijo: “¡No tengo ropa tuya aquí!”.

Le dijo la verdad.

Después de pensarlo, ella dijo: “¿Quieres que suba a buscártelo?”.

Él suspiró. “¿Quieres que me muera de frío?”.

Ella se quedó sin palabras.

En ese caso, Nicole buscó la bata de baño más grande que tenía.

Llamó a la puerta y lo puso en la silla de afuera antes de hablar con vacilación.

“Confórmate con esto primero. Puede que no te quede, pero es la prenda más grande que tengo”.