La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1224

Grant se sonrojó de la vergüenza.

“Fue por trabajo…”.

Nicole resopló. “Ni siquiera Logan ha ido por algo tan insignificante como comunicarse con las compañías menores, pero tú fuiste muy entusiasmado. ¿Qué otra razón podría ser además de ver a Aida?”.

Aida se puso de pie lentamente. Sus ojos ya estaban un poco rojos.

Grant se apresuró a acercarse y bloquearla de la vista de los demás, sosteniéndola suavemente en sus brazos y consolándola.

“Simplemente estaba de paso. La Pequeña N solo está diciendo tonterías…”.

La voz de Aida estaba entrecortada.

“Pero dijiste que nunca habías estado allí, y que nunca habías pensado en ir a verme. Dijiste que cada vez que ibas allí, simplemente estabas de paseo”.

Grant la miró con una expresión complicada y se sintió angustiado. Le secó las lágrimas, algo perdido.

“¿Por qué lloras? No importa que haya ido o no. En aquel momento, la decisión era tuya…”.

Ella se quedó perpleja y bajó la cabeza, llorando aún más fuerte.

Sin importarle nada más, Aida empujó a Grant y salió corriendo.

Él estaba a punto de seguirla cuando Clayton habló con una sonrisa.

“Señor Stanton, creo que es mejor dejar que Nicole vaya tras ella”.

Nicole asintió de inmediato.

Ya se había dado cuenta de que había dicho algo mal en el momento en que Aida lloró.

En realidad, Nicole no sabía lo que había pasado entre ellos.

Solo sabía un poco.

Ella dijo eso con la intención de que Grant ganara el cariño de Aida.

¿Quién iba a saber que sería contraproducente?

En este momento, Nicole inmovil, queriendo volverse invisible.

Sin embargo, Clayton la empujó afuera de repente.

Ella accedió sin decir una palabra, pero después de pensarlo, no conocía tanto a Aida. ¿No sería mejor que Grant fuera a consolarla?

Aida sonrió y le tendió la mano para que se sentara.

“No hiciste nada malo. No hace falta que te disculpes”.

“No sabía que lo que dije te haría llorar. Pensé que sabías…”.

Las comisuras de los labios de Aida se contrajeron, y sus ojos no pudieron evitar aguarse.

“Yo tampoco quería llorar, pero no pude evitarlo. No te culpo”.

Nicole dudó durante mucho tiempo. “Debe haber sido muy difícil para ti y Grant volver a estar juntos”.

Aida sentía que ese líquido caliente estaba a punto de brotar de sus ojos.

Como alguien que podía controlar bien sus emociones, ella no sabía por qué había perdido de repente el control.

“Sí, pensé que fui yo quien lo había planeado durante mucho tiempo”.

Aida se inclinó y sonrió con la cabeza baja.

“Cuando estaba en Wall Street, fue muy duro para mí. No es un lugar en el que puedas mantenerte firme solo por tu habilidad. Allí abundan los genios, pero también hay todo tipo de basuras. Luego de un tiempo, dejé de trabajar para otros y utilicé el dinero que ganaba y las pocas propiedades que me dejó mi familia para montar un negocio… Cuando dejé a tu hermano mayor, me dijo que no debíamos volver a vernos. Me arrepentí tan pronto me fui a Libertad, pero realmente no podía dejar de lado mi orgullo…”.