La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1297

Ahora que las cosas habían llegado a esto, era hora de reconsiderar.

Quavon sabía que había subestimado a Nicole. También había subestimado a Clayton.

Se dio la vuelta con frialdad y se fue.

Los hombres de Nicole no lo detuvieron.

Al ver a Quavon entrar por la puerta de embarque, Nicole giró la cabeza. "¿Por qué estás…?".

Antes de que Nicole pudiera terminar de hablar, la mano de Clayton de repente se posó en su hombro. Cuando él se acercó, ella olió la fragancia cálida y conocida de su cuerpo.

Sus labios cálidos aterrizaron suavemente sobre su frente, y Nicole se sintió como si hubiera sido electrocutada. Su corazón se estremeció intensamente.

Su corazón, que se había enfriado en los últimos días, de repente se aceleró y la llenó de calidez.

Su expresión se relajó inconscientemente.

Sin embargo, al segundo siguiente, el aeropuerto anunció que los asistentes de vuelo abordaran el avión.

Clayton la soltó y la miró profundamente.

“Voy a tomar este vuelo de regreso a Libertad. Hablaré contigo cuando regrese”.

Nicole lo miró sorprendida.

"¿Tan de repente?".

Clayton asintió. Las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa mientras la miraba.

“No puedo seguir dejando que vivas en peligro y que no puedas salir. Resolveré este asunto. No te preocupes, todo estará bien a partir de ahora”.

Nicole frunció ligeramente el ceño. Parecía haber algo raro en sus palabras.

Ella se acercó y tomó su mano. "No entiendo. ¿Para qué vas a volver? La familia Sloan sabe de nuestra relación y no se pondrá de tu lado. En más, estarás en peligro”.

Clayton sonrió y extendió la mano para acariciarle el cabello.

Los dos intercambiaron emociones a través de sus ojos como si nadie los estuviera mirando. Desde la perspectiva de un tercero, parecía que tenían fuertes sentimientos el uno por el otro.

Por ejemplo, los ojos de Autumn estaban enrojecidos, pero no podía insertar su presencia en ningún lado.

Ellos actuaban como si estuvieran en su casa sin nadie más alrededor.

Eran íntimos y firmes.

Clayton estaba allí, vestido con un abrigo de lana negro. Su aura era poderosa y desprendía una tenue frialdad.

Sin embargo, cuando miraba a Nicole, seguía siendo cálido como siempre.

Cada vez que Nicole lo miraba, se sentía como el cielo despejado después de la lluvia.

Clayton solo sonrió y no le respondió, como si no valiera la pena mencionar este asunto.

Nicole respiró profundamente.

"¿Conoces las consecuencias si te descubren?".

La sonrisa de Clayton tenía una pizca de arrogancia.

“No olvides que ese es mi territorio. Mi palabra es la ley en Wall Street”.

Por primera vez, no ocultó sus habilidades y alardeó de sus logros sin exagerar.

Nicole se quedó atónita por un momento. Clayton extendió la mano y le pellizcó el lóbulo de la oreja. Su voz era grave y profunda.

"Ve a casa. Te dejé una sorpresa. Es un regalo que te gustará”.