La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 133

Cuando la palabra “ex-esposa” salió de su boca, Eric Ferguson se sintió extremadamente incómodo en su corazón.

Él no podía describir esa incomodidad.

“¿Qué casa te gusta? Te la compro”, dijo Eric.

En aquel entonces, en el Desfile de Moda de Acciones, Nicole le había pedido voluntariamente a Kai un yate. Aquella escena fue extraordinariamente hiriente para los ojos de Eric.

Eric recordó que nunca le había hecho ningún regalo a Nicole antes.

Si Nicole aceptara su regalo ahora, se sentiría mucho mejor consigo mismo.

Nicole soltó una leve carcajada, como si hubiera escuchado algún tipo de chiste.

Sin embargo, no había ninguna emoción en sus ojos.

“¿Comprarlo para mí? Señor Ferguson, es realmente generoso. ¿Siempre es tan generoso con sus ex?”.

Eric frunció ligeramente el ceño y estaba a punto de hablar, pero Nicole no le dio la oportunidad de hacerlo. “Tú mismo has dicho que soy tu ‘ex esposa’. Eso significa que ya no tenemos nada que ver el uno con el otro y no tengo por qué aceptar tu regalo, a no ser que tu familia esté intentando volver a calumniarme diciendo que soy una cazafortunas”.

Nicole miró a la gerente de ventas a un lado. “Pagaré con tarjeta en su totalidad”.

No quería deberle nada a Eric Ferguson, especialmente por una cantidad tan pequeña de dinero.

Nicole no quería tocar el dinero de la familia Ferguson en absoluto.

La gerente de ventas se sintió indecisa al mirar a Eric, cuyo ceño se frunció más. Estaba impaciente por conseguir esa comisión, pero ¿lo permitiría su jefe?

Mitchell, que estaba de pie al fondo, lanzó una mirada a la gerente de ventas, por lo que esta tuvo el buen juicio de marcharse inmediatamente.

Eric estaba a punto de hablar cuando su teléfono sonó de repente. Frunció el ceño y contestó. La otra parte hablaba con urgencia.

“¡Ferg! ¡Wendy ha tenido un accidente de coche y ha perdido mucha sangre! Está en el hospital ahora…”.

Como estaban cerca el uno del otro, Nicole pudo escuchar la conversación con claridad.

Independientemente de la hora, ese nombre siempre la ponía alerta.

Eric frunció el ceño y se quedó perplejo. Su rostro estaba envuelto en una capa de fastidio y ansiedad.