La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1389

Yvette no era la única que estaba afuera.

Julie, Ian, Nathaniel e Yvette estaban alineados ordenadamente afuera.

También se congelaron cuando vieron a Clayton.

Julie fue la que reaccionó más rápido y empujó la puerta mientras saludaba con familiaridad a Clayton.

“¿También estás aquí, Señor Sloan? No los habríamos molestado si hubiéramos sabido…”.

Yvette entró y asintió modestamente. "Sipi, sipi".

Ian gruñó con frialdad y las siguió sin rastro de vergüenza. Simplemente le desagradaba la presencia de Clayton.

En cuanto a Nathaniel, evaluó a Clayton durante un rato y no pudo evitar quejarse con Ian.

"¿Aún no se han separado?".

Ian también estaba desconcertado. "Pronto pasará".

Clayton vaciló antes de recordarles.

"Puedo escucharlos, ¿saben?".

Ian asintió. "Sí, lo sabemos".

Ian era el amigo de la infancia de Nicole, mejor amigo y antiguo pretendiente.

¡No tenía miedo de las provocaciones de Clayton!

Después de que ellos terminaran y Clayton se convirtiera en el ex de Nicole, sus caminos nunca se volverían a cruzar.

Sin embargo, ¡Ian era el mejor amigo de Nicole de por vida!

Nathaniel palmeó hipócritamente el hombro de Clayton.

"Perdón por no haber traído un regalo a pesar de ser nuestro primer encuentro...".

Luego, entró pavoneándose.

No había rastro de pena en absoluto.

Los cuatro miraron a su alrededor y vieron a Nicole en el balcón.

Nicole les hizo un gesto con el dedo para que se callaran, así que todos se sentaron a la mesa a esperar.

Clayton estaba un poco abrumado, pero como decía el dicho, los mejores amigos de una novia tenían que ser complacidos.

¡Se lo tenía que aguantar!

Clayton llamó a alguien que le enviara frutas y verduras frescas, y luego sacó varias botellas de buen vino de la vinoteca.

Julie fue una vez más la persona que reaccionó más rápido.

"¿Esta es la casa del Señor Sloan?".

Nicole asintió con una sonrisa. “Comeremos estofado. Él tiene todos los utensilios aquí”.

Nicole no quería admitir que era porque no quería tener que seguir deleitándose con el aroma del estofado incluso después de comer.

De esta manera, Ian se llevó una muy buena impresión de Clayton por su generosidad al sacar esa botella de vino.

"Señor Sloan, eres tan magnánimo. ¡Les deseo a ti y a Nicole que sean felices para siempre!”.

Clayton disfrutó mucho la segunda mitad de esa frase.

Él sonrió. "Gracias”.

Luego, miró a los demás. “Siéntanse como en casa. Siéntanse libres de tomar lo que quieran para comer. Solo dejen que Nicole firme la cuenta cuando llegue el momento”.

Todos no pudieron evitar reírse.

Nicole puso los ojos en blanco y Clayton la miró significativamente.

En todo caso, esas cuentas tendrían que contarse con Nicole.

No había escapatoria.