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Grant miró a Nicole con frialdad. Sus delgados labios se apretaron con fuerza y su mirada estaba llena de una fría decepción e ira.
“Acabo de regresar de una reunión con un cliente. Incluso tuve que asistir a la videoconferencia por ti. Pensé que tenías algo importante que hacer, ¡¿pero era solo esto?!”.
Nicole tosió. Su expresión era un poco incómoda.
Comparado con el ajetreado día de Grant, ella realmente no estaba calificada para cuestionar su agenda.
Nicole frunció los labios y suavizó la voz.
“Hermano Mayor, Yvette estaba un poco afligida, así que bebí un poco de vino para acompañarla y terminé despertándome tarde. Puedes entender mi posición, ¿verdad...?”.
Grant la miró fijamente. Su mirada se posó sobre Clayton, pero sus palabras estaban dirigidas a Nicole.
“No usas el conductor en casa, sino que andas molestando al Señor Sloan. Eres realmente insensible. El Señor Sloan no es tan ocioso como tú”.
Nicole inclinó la cabeza y no dijo nada.
Clayton sonrió levemente y habló con una voz clara.
“No estoy tan ocupado. Además no importa lo ocupado que esté, siempre puedo encontrar tiempo para ella, pero tus incansables enseñanzas me hacen sentir avergonzado”.
Grant levantó sus cejas. Ante esas palabras, la tristeza en su rostro se disipó un poco.
“Ella se podría considerar capaz si pudiera aprender una o dos de tus habilidades, Señor Sloan. Nicole, no pienses solo en citas. ¡Tienes que aprender más!”.
Grant exhortó con seriedad, haciendo que Nicole se sintiera abrumada.
Ella rápidamente asintió.
“Hermano Mayor, subiré primero. ¡Tengo trabajo que hacer!".
Luego, ella miró a Clayton, le dirigió una mirada que decía "buena suerte" y salió corriendo.
Los labios de Clayton se curvaron. Su mirada era gentil mientras sonreía impotente.
Grant le dirigió una mirada significativa y él retiró su sonrisa.
"Señor Sloan, subamos y hablemos”.
¿Clayton se atrevería a hacer eso?
¡Por supuesto que no!
“Me temo que no puedo porque todavía tengo cosas que hacer. Vendré a buscarla después del trabajo”.
Después de que Clayton terminó de hablar, asintió y se despidió.
Grant entrecerró los ojos y en silencio, se dio la vuelta para subir las escaleras.
Cuando Grant llegó a la puerta de la oficina, su asistente lo miró.
Grant empujó la puerta y vio a Nicole dando vueltas en su silla.
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