Resumo de Capítulo 145 Te estoy ayudando a echar leña al fuego – La Heredera Divorciada Billonaria por Internet
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La sección de comentarios debajo de ese artículo era un auténtico alboroto.
[¡Esta amante es simplemente una sociópata!]
[¿La rompe hogares quiere matar a su exesposa? ¡Esa p*rra está loca! ¿Quién le dio el coraje?].
[¡El Señor Ferguson está realmente ciego! ¡Su amante ni siquiera puede compararse con uno de los dedos de Nicole! Realmente tiene un gusto único por las mujeres horribles...].
[Las acciones de Corporación Ferguson han caído bastante, ¿eh?].
***
El tema en tendencia del día siguiente era “Kai viendo el drama en línea”.
Kai usó su cuenta oficial para transmitir las explosivas noticias de Entretenimientos Falcon.
Incluso agregó a la leyenda: [¡Ella se lo merece! @NicoleStanton Sé que no eres de las que hacen esto, ¡pero tengo que echar más leña al fuego por ti!].
[Oh por Dios, ¿es esa la declaración de amor de Kai por Nicole?].
[¡Todos echaremos leña al fuego! ¡Por Nicole!].
[Todo el mundo sabe que a Kai le gusta Nicole, pero ¿por qué se siente tan falso? Es un poco gracioso...].
[Kai tiene buen ojo para que le guste nuestra Presidenta Nicole, ¡pero sigo pensando que Nicole debería seguir siendo una mujer fuerte e independiente!].
Kai tomando una postura en esto era sin duda un movimiento protector y un favoritismo indisimulado hacia Nicole.
Este era un caso sin precedentes.
Si Kai fuera solo una celebridad común, definitivamente no habría causado una reacción tan importante.
¡El estatus de Kai en la industria del entretenimiento era semejante a la existencia de un dios!
Sus palabras y acciones atrajeron mucha atención.
En el momento en que habló, sus fanáticos se volvieron aún más comprensivos con Nicole.
Naturalmente, Wendy y Eric fueron implicados y reprendidos.
Nicole se burló y pensó que esos dos se lo merecían.
Los precios de las acciones de la Corporación Ferguson solo siguieron cayendo cada vez más. Aunque no era una suma pequeña, no afectaba en absoluto a los Ferguson.
Nicole ya no se preocupaba por ellos.
Tres horas después, la Corporación Ferguson respondió con un comunicado.
[El Señor Eric Ferguson y la Señorita Wendy Quade no tienen ninguna relación inapropiada. Nuestra compañía utilizará cualquier medio legal necesario para proteger la reputación del Señor Eric Ferguson].
Incluso adjuntaron una carta de un abogado.
Sin embargo, estos fueron esfuerzos inútiles para calmar al público.
Su equipo de relaciones públicas era demasiado inútil.
Una vez que este asunto se hiciera público, el resto de la familia Stanton se enteraría de la experiencia cercana a la muerte de Nicole.
“Nicole, realmente crees que estás por encima de todos ahora, ¿eh?”.
Ingrid miró cuidadosamente los alrededores con envidia indisimulada y celos en sus ojos.
La mirada de Nicole era indiferente y su sonrisa era extremadamente fría. “Mi tiempo es preciado, así que vaya al grano, Señorita Ferguson”.
Ella no estaba de humor para parlotear con esas personas porque no quería rebajarse a su nivel.
Ingrid pareció descontenta por un momento y pensó: ‘¡¿Qué hay con esa actitud?!’.
Sin embargo, cuando recordaba las palabras de su abuelo, seguro que recibiría un reprendimiento severo si no completaba la tarea.
Por lo tanto, Ingrid solo tendría que soportar a Nicole por el momento.
Ingrid levantó la barbilla y miró a Nicole con arrogancia y desdén en sus ojos. “Vine a disculparme contigo”.
‘Nicole debería estar satisfecha esta vez... ¿Cuándo me he disculpado alguna vez, la joven señorita de la familia Ferguson, con los demás?’.
Si no fuera por el contraataque de Nicole que hizo que la Corporación Ferguson sufriera algunas pérdidas, el Viejo Amo Ferguson no habría obligado a Ingrid a disculparse, e Ingrid no habría venido.
Nicole miró a Ingrid y no pudo evitar dejar escapar una ligera risa.
‘Ingrid parece más como si estuviera aquí para ajustar cuentas conmigo. ¿Pedir disculpas? ¿Acaso cree que soy tonta?’, pensó Nicole.
Ingrid dijo: “¿De qué te estás riendo? ¿De qué eres tan presumida? Si el abuelo no me hubiera pedido que viniera, no habría venido aquí...”.
La sonrisa de Nicole se desvaneció y sus ojos se volvieron fríos mientras decía: “No te obligué a venir. Si no quieres estar aquí, ¡lárgate!”.
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