La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1463
Sobre La Heredera Divorciada Billonaria - Capítulo 1463 La trampa que pusiste
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Temprano en la mañana.
Eric se despertó. Tenía la cabeza mareada y pesada, tanto que no podía levantarla.
Era raro lo borracho que había estado anoche. No había bebido mucho, pero le ocurrió esa clase de embriaguez.
Era realmente impactante que no lo pudo aguantar ni siquiera con su tolerancia al alcohol.
Al segundo siguiente, un brazo bronceado subió y tiró de su brazo. Una voz cansada y ronca con un poco de coquetería post-sexo sonó. “Eric, ¿por qué no duermes un poco más?”.
El rostro de Eric cambió al instante.
Sus ojos fríos miraron hacia un lado.
La mujer estaba acostada con la ropa desaliñada. Tenía los ojos cerrados, y el maquillaje de su perfil lateral aún se parecía al de cierta persona que tenía en su corazón.
Sin embargo, ahora que él estaba despierto, Eric sabía que ella no era Nicole. Esa mujer era la traficante de armas, Angie.
No hacía falta decir que Eric sabía lo que estaba sucediendo por la forma en que ella se veía ahora.
Sin ningún tipo de piedad o vacilación, Eric extendió la mano y agarró su cuello con sus dedos delgados. Su voz era ronca a un grado aterrador como si su garganta estuviera molida con papel de lija.
“Tú preparaste esta trampa, ¿verdad?”.
Su mano se tensó cuando un pensamiento peligroso cruzó por su mente.
Él quería matarla.
Nadie podría responsabilizarlo.
Ahora, eso explicaría por qué Eric se había mareado la noche anterior después de un poco de vino. ¡Fue por ella!
Angie se despertó en un instante. Sus manos luchaban inútilmente por liberarse de su agarre, pero no podía.
Su rostro se volvió lentamente azul y morado. Incluso la respiración se le hizo difícil. Esto continuó durante mucho tiempo y pensaba que realmente iba a morir.
Sin embargo, de repente se escucharon continuos golpes en la puerta.
Durante el aturdimiento de Eric, Angie apartó la cabeza, se soltó del agarre de Eric y se incorporó para respirar agitadamente.
Solo había pasado medio minuto, pero Angie se sentía como si hubiera atravesado el infierno.
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