La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1524

Todo el lugar fue decorado según los deseos de Angie. Ella vino personalmente a supervisar el trabajo por varios días.

En el lado de la entrada se suponía que debían haber fotos de Angie y Eric. Sin embargo, desaparecieron por completo.

¿Qué significaba eso?

El corazón de Angie se estremeció violentamente.

Se levantó la falda y bajó rápidamente. Su expresión era sombría.

Cuando llegó abajo, estaba furiosa y tenía las palmas de las manos frías.

“¿Qué está pasando aquí? ¿Dónde están las fotos que se colocaron aquí? ¿Quién les dijo que las movieran?”.

Su voz atrajo la atención de mucha gente. Todos conocían sus antecedentes, así que nadie que hacía negocios honestos se atrevía a entablar una amistad con ella.

Las personas de alrededor compartían miradas, sin saber de qué estaba hablando.

Mitchell suspiró con una expresión de disgusto. Su rostro estaba inmerso en las sombras, y un toque de preocupación cruzó por sus ojos.

Sin embargo, pronto fue sustituido por una sonrisa, y se apresuró a ir en dirección a Angie.

Aunque fuera difícil, tenía que soportarlo por Eric.

“Señorita Angie, ¿cuál es el problema?”.

Angie miró a Mitchell y se puso aún más furiosa. “¿Dónde están las fotos que puse aquí?”.

Mitchell hizo una pausa por un momento y se acercó para hablar en voz baja: “Señorita Angie, no convierta esto en un chiste para los demás. Los invitados son todos de la alta sociedad de Atlanta. Aunque esté furiosa, no puede despreciar la reputación de la familia Ferguson. Además, es su boda. Si alguien tiene segundas intenciones y toma fotos para difundirlo, su relación con el Señor Ferguson se verá afectada por las especulaciones externas”.

Angie escuchó las palabras de Mitchell y su expresión cambió varias veces, evidentemente alterada.

Mitchell volvió a mirar a las personas que los rodeaba, sonrió amablemente y encontró una razón para alejarlos.

Entonces, Angie lo miró y frunció los labios.

“¿Él dónde está? ¿Por qué no ha aparecido todavía? Dijiste que tenía una videoconferencia que terminaría en media hora”.

Ya había pasado casi una hora.

“Señor Ferguson, Caleb podría aparecer personalmente en una hora”.

…

Yvette bebió demasiado y se dirigió al lavabo.

Cuando salió, vio a alguien caminando por el pasillo. La persona se quedó parada a mitad del pasillo y la miró con una mirada oscura y hosca.

Sin embargo, Yvette ni siquiera lo miró y pasó junto a él sin ninguna expresión. Sus pasos eran nítidos y firmes al resonar con el suelo de mármol. El sonido era claro y preciso.

El corazón de Sean se encogió bruscamente.

Antes de que Yvette volviera a entrar, examinó los alrededores y no se dio cuenta de que había alguien detrás de ella.

Pensó que Sean estaba insistiendo en molestarla de nuevo. ¿Cómo era un hombre si ni siquiera podía permitirse dejarla ir?

Giró la cabeza con disgusto para mirarlo. Las emociones en sus ojos se filtraron, demasiado tarde para ocultarlas.

Sin embargo, la persona enfrente no era Sean, sino Angie.