La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1550

Nicole miró a la mujer delante de ella, quien tenía unos ojos tan encantadores que podían seducir a la gente.

Había muy pocos hombres que pudieran resistirse a una mujer así.

"¿Eres su novia?".

La mujer se rascó la cabeza, se movió el cabello y sonrió.

"Sí y no. Él tiene muchas otras novias como yo. Es solo que ahora es mi turno. Él puede tener a cualquier mujer que desee, así que, ¿por qué se quedaría con una sola novia?”.

Nicole cerró la boca. Se olvidó de que estaba en el territorio de un traficante de armas.

¿Cómo podía pensar desde la perspectiva de una persona normal?

La mujer miró fijamente a Nicole. “De verdad que también eres muy hermosa. ¿No se ha acostado Caleb contigo?”.

Su mirada era sincera, sin ningún rastro de celos. Solo estaba curiosa.

El rostro de Nicole cambió. Ella inmediatamente replicó: "¡No, claro que no! Soy una rehén, así que, ¿cómo podría lastimarme?”.

De hecho, Nicole no tenía mucha confianza sobre estas palabras.

Hasta ahora, solo estaba sana y salva gracias a su buena suerte.

Si Nicole se encontrara con una persona irracional, sería desafortunada.

La mujer se rio. “Bueno, que así sea. ¿Por qué no te cambias de ropa?”.

Nicole miró la ropa tirada en la silla. Era de un rojo rosado brillante. Nicole frunció los labios.

“No me voy a cambiar. Estoy mejor con mi propia ropa”.

La ropa que había traído la mujer tenía características del Sudeste Asiático, entre ellas que estaba descubierta en los hombros. Nicole no estaba de humor para desafiar la fuerza de voluntad de los demás.

La mujer alzó las cejas. "Como quieras entonces”.

Ella terminó y estaba a punto de levantarse cuando pensó en algo de repente.

"¿Quieres salir a dar un paseo?".

Las comisuras de los labios de Nicole se curvaron mientras reprimía la emoción en su corazón. "¿Puedo?".

"Claro que puedes. El jefe no dijo que no puedes salir a pasear. Después de todo, no es como si pudieras irte de este lugar”.

La mujer no desconfiaba de Nicole, al igual que Caleb. Pensaban muy poco en Nicole.

Por eso, ni siquiera la vigilaban de cerca.