La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1551

Nicole se detuvo, lo pensó y la siguió.

Ahora le sería imposible huir.

Después de todo, no podía correr más rápido que una bala.

El hombre se acercó de manera lenta y relajada con sus hombres. Su mirada recorrió bruscamente el cuerpo de Nicole.

"¿La sacaste?".

La mujer asintió y sonrió. “Ella estaba encerrada en la habitación. Incluso si ustedes no la matan del susto, ¡ella sola se moriría de miedo! Pensé que le vendría bien un poco de aire fresco. ¡Tenemos que darle un trato preferencial a nuestra rehén!”.

Caleb se burló. Sus ojos se veían fríos y agudos con una capa de oscuridad. "Qué amable de tu parte”.

Él jugueteó con la pistola que tenía en su mano y apuntó a Nicole mientras la miraba. "¿No tienes miedo de que se escape?".

El rostro de Nicole se tensó ligeramente.

La mujer se rio alegremente mientras sacaba una pistola de su pecho y la hacía girar en su mano.

"¿A qué le temes? Si no se comporta, simplemente le dispararé…”.

Ella lo dijo con mucha naturalidad, como si fuera algo que hiciera regularmente.

El rostro de Nicole estaba ligeramente pálido mientras pensaba: '¡Por suerte no pensé en huir hace un momento!'.

Caleb se rio tan fuerte que sonó como si estuviera elogiando la inteligencia de esa mujer.

De repente, dejó de reír. Su mirada era sombría mientras evaluaba a Nicole.

“Escuché que sabes pelear un poco. ¿Sabes usar un arma?”.

Nicole estaba a punto de sacudir la cabeza y decir que no sabía cuando algo se le ocurrió de repente.

Si tuviera un arma en la mano, ¿tendría que seguir teniéndoles miedo?

Luego, ella asintió solemnemente.

El hombre sonrió y le arrojó el arma que tenía la mujer en la mano a Nicole. Señaló a unos guardaespaldas que no estaban muy lejos que practicaban tiro al blanco y dijo: "Ve y diviértete un rato".

El arma le parecía liviana, pero cuando pensó en la autenticidad de esa arma, se sintió de repente un poco nerviosa.

Sin embargo, después de sentirse nerviosa, se calmó.

¡Qué gran oportunidad!

Nicole lo miró. El teléfono del hombre sonó. Lo miró y frunció ligeramente el ceño, luego soltó a la mujer y se dirigió al frente para contestar el teléfono.

"Oye, ¿llegó la mercancía?".

La mujer se acercó a Nicole. "Ve. No lastimes a nadie…”.