La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 156

Resumo de Capítulo 156 El coche se quedó sin gasolina: La Heredera Divorciada Billonaria

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Eric Ferguson agarró el brazo manchado de sangre de Nicole y preguntó en voz baja y ronca.

Nicole se zafó rápidamente de su agarre y se quedó en silencio por un momento.

“No, no es mía”.

Después de eso, ella subió a su coche y encendió el motor.

Como ya habían llamado a la policía, ésta podría ocuparse del seguimiento.

¡Nicole prefería irse a casa a dormir antes que quedarse aquí mirando a Eric Ferguson un segundo más!

Los ojos oscuros de Eric la recorrieron de arriba a abajo. Su rostro se tensó al percibir la frialdad de ella.

Mitchell ató al fugitivo y se acercó apresuradamente.

“Señorita Stanton, ¿deberíamos llevarla al hospital para que la revisen?”.

Nicole lo miró y sonrió. “No, gracias”.

Siempre había sido educada con Mitchell porque era la única persona que la trató con amabilidad, sin el menor desprecio, en aquellos tres años.

No importaba lo pobre que ella fue para los demás, Mitchell siempre la trató como la legítima Señora Ferguson.

Esta fue la única amabilidad que le fue mostrada en los últimos tres años.

Mitchell seguía preocupado. “Creo que es mejor que no conduzca en este momento. Como está asustada, podría tener otro accidente. ¿Por qué mejor no llamo a un chofer sustituto para usted?”.

Nicole se quedó en silencio un momento, aparentemente considerando la sugerencia de Mitchell.

Ella no quería conducir, pero la espera de un conductor sustituto requería tiempo.

Mitchell se dio cuenta de su preocupación e inmediatamente habló: “¿Por qué no me deja…?”.

De repente, Mitchell sintió una mirada fría que casi le atravesaba el cuerpo.

‘¡M*erda! ¡Casi olvido que el gran jefe sigue aquí!’.

Las palabras de Mitchell dieron un giro instantáneo. “...Preguntarle a mi Presidente si puede llevarla de vuelta mientras yo me quedo aquí para vigilar al fugitivo…”.

Aquella fría y penetrante mirada de la muerte se retiró finalmente.

Mitchell suspiró aliviado desde el fondo de su corazón.

Se sintió como si estuviera rondando la frontera de la muerte por un momento. ‘Casi pierdo mi trabajo… ¡Y mi futuro!’.

Nicole miró a Eric y se negó sin siquiera pensarlo.

‘¡¿Que Eric sea mi chófer?! ¡Prefiero luchar contra otros diez fugitivos más!’.

El motor del coche que acababa de encender se detuvo de repente.

Si este proyecto fuera exitoso y se pudiera comercializar, la gente podría obtener los resultados más rápidos posibles sobre su salud sin necesidad de ir a un hospital. También era muy preciso.

¡Se trataba de un gran paso en la historia de la humanidad!

Cuando Nicole se enteró de la noticia, no pudo ocultar la alegría y la sorpresa en su rostro.

No podía esperar llegar a donde estaba Molly Stewart en este momento para ser testigo de esta gran causa.

Sin embargo... Su coche se había quedado sin gasolina...

Eric acaba de recibir esta noticia también. Estaba igual de emocionado que Nicole, ya que tenía expectativas ilimitadas sobre las maravillas que la inteligencia artificial podría traer a este mundo.

“Mitchell, voy a la oficina de Gerard. Espera aquí”.

“Sí, señor”, respondió Mitchell.

Nicole abrió de inmediato la puerta del coche y se bajó. Le tiró las llaves a Mitchell y le dijo: “Yo también voy”.

En este momento, las disputas y los rencores podían pasar a un segundo plano. Era más importante ser testigo de la historia que se estaba gestando.

Nicole abrió la puerta del coche de Eric y se abrochó el cinturón de seguridad.

“Vamos. Yo también quiero estar allí”.

Eric miró de reojo a Nicole. Esta vez, no tenía prisa y golpeó con los dedos el volante. “Nicole…”.

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