La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1598

Logan sonrió. “Presidenta, estoy siendo sincero…”.

Se acercó para abrir la puerta trasera del coche mientras hablaba. Nicole se agachó y entró. Se quedó perpleja un momento cuando vio a Luca dentro.

Luca asintió ligeramente.

Logan entró en el coche y le explicó: “Fueron órdenes del Señor Stanton. Luca debe estar presente en cualquier ocasión pública a la que usted asista. Aunque hay mucha gente que la sigue en privado, si Luca está allí, al menos hará que la gente descarte algunas de sus ideas”.

Nicole lo consideró. Tenía sentido.

Obviamente, ella no tenía problemas con eso.

Es más, se sentía más segura con Luca cerca.

Después de todo, acababa de escapar de la muerte. Si tenía la mala suerte de volver a pasar por algo así nuevamente, ella debería empezar a ir a la iglesia a rezar.

El lanzamiento era único. No era un evento solemne. En cambio, era más como un té de la tarde para hacer contactos.

“El Señor Stanton organizó todo, y la cooperación está casi finalizada. Hoy es la firma del contrato, pero la otra parte es nueva en el país y le gustan los eventos animados, así que organizaron este evento”.

Nicole asintió en señal de comprensión. “¿Así que fue la otra parte?”.

Las comisuras de la boca de Logan se contrajeron. “Sí, se puede decir que sí”.

“A ellos les gustan los eventos animados, así que seguramente invitaron a bastante gente”.

“Sí, además de algunos periodistas, hay muchos peces gordos y damas de la alta sociedad que tienen una buena relación con nuestra corporación. Usted solo tiene que presentarse a esa hora. El resto déjemelo a mí”.

Ella asintió. “Soy la mejor haciendo eso”.

Ganar dinero fácilmente sin esfuerzo.

En poco tiempo, llegaron al lugar.

Era un club privado extremadamente lujoso. Grant reservó generosamente todo el último piso para la fiesta.

La sonrisa de Nicole se intensificó, pero Logan se congeló a un lado.

Nicole extendió la mano y la estrechó brevemente. “Señor Wilheim, ¿dejó de pintar y ahora se dedica a los negocios?”.

Lo saludó sin rechistar.

Este anciano, el Señor Wilheim, tenía una gran reputación en Europa. Incluso se había peleado con la madre de Ian y con Nicole por culpa de una de sus cuadros.

Al fin y al cabo, sus cuadros eran difíciles de encontrar, y él pensaba que la que habían conseguido era falsa, así que estaba justificado.

El Señor Wilheim suspiró y sacudió la cabeza con angustia.

“No puedo evitarlo. Mi padre es demasiado viejo y no me deja seguir tonteando por ahí, así que tuve que volver para hacerme cargo de la compañía”.

“En otras palabras, ¿estás cooperando con la Corporación Stanton por mí?”, bromeó Nicole mientras entrecerraba los ojos y sonreía descaradamente.

El Señor Wilheim se llevó la mano a la frente. “Ah, yo solo soy un accesorio aquí. La cooperación con la Corporación Stanton fue decidida por la compañía. Hoy solo estoy dando la cara y dejándole saber a todo el mundo que me he hecho cargo de la compañía”.