La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1599

Nicole no podía evitar reírse.

Un accesorio. ¡Eso era demasiado honesto!

Incluso los labios de Logan no pudieron evitar torcerse.

El Señor Wilheim dijo: “Creí que sería el Señor Stanton quien vendría a recibirme, pero en cambio resultaste ser tú, chica”.

Ella levantó las cejas. “¿Por qué no? Yo también soy solo un accesorio…”.

Los dos compartieron una carcajada.

Logan tiró a Nicole de un lado y le recordó suavemente: “¡Firmen el contrato!”.

Parecía que Grant le daba mucha importancia a este trato. Si no, ¿por qué Logan tendría tanta prisa?

Nicole asintió y extendió la mano. “Entonces, ¿firmamos el contrato antes de ponernos al día?”.

El Señor Wilheim dijo: “Por supuesto”.

Por lo tanto, bajo la mirada atónita y envidiosa de todos, se firmó el contrato.

La Corporación Stanton participaba en el proyecto con el Señor Wilheim como agente. Él era el único agente nacional que representaba a una marca de lujo internacional.

Esto significaba que la Corporación Stanton participaba en el manejo de abundante capital en Europa. Básicamente habían superado a la Corporación Ferguson.

Sin embargo, era indiscutible que solo se comparaba con la Corporación Ferguson. La capacidad de Eric no se limitaba en absoluto a ésta. Internacional Cyndro, que estaba bajo el nombre de Eric, era independiente de la Corporación Ferguson y tenía un capital de primera clase.

La noticia de la firma no fue ampliamente anunciada, y los periodistas solo fueron informados según lo habitual.

El aumento estable de las cotizaciones era el primer objetivo. Si se daba demasiada publicidad, provocaría una reacción violenta.

Después de firmar el contrato y alejar a los periodistas, parecía que el ambiente en el salón se estaba animando de verdad.

Todo el mundo estaba mucho más relajado y cómodo.

Algunas personas se acercaron para intercambiar saludos. “Señorita Stanton, hace tiempo que quería invitarte a tomar el té, pero no esperaba escuchar que habías ido a esquiar al Ártico”.

Nicole se quedó paralizada un momento antes de sonreír. “Sí, qué pena. Volvamos a vernos en otra ocasión”.

“Señorita Stanton, eres realmente libre y despreocupada. Estás dispuesta a dejar el trabajo y relajarse, a diferencia de nosotros, que siempre tenemos miedo de perder el tiempo…”.

Nicole sonrió.

Su sonrisa era perfecta e impecable.