La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1604

El Pequeño Michael frunció el ceño con agravio. “Sí, Papi no me deja comerlo. ¡Exagera! Cuando sea mayor, ¡yo también quiero abrir un KFC!”.

¡Vaya, qué gran sueño!

A un lado, el rabillo de los ojos de Logan se contrajo. Afortunadamente, el Señor Sloan no estaba cerca para escuchar eso. De lo contrario, aunque le resultara difícil caminar, Clayton le daría una paliza a Michael.

Nicole se rio. “Puedes pedir la opinión de tu papi. Él tiene más experiencia haciendo negocios”.

El Pequeño Michael entrecerró los ojos y sonrió. “Señorita Bonita, ¿por qué estás triste hoy?”.

Nicole se quedó perpleja.

El helado que tenía en la mano casi se había derretido.

“¿Qué?”.

Logan y Luca empezaron a comer sensatamente, fingiendo no haber escuchado.

El Pequeño Michael dijo: “Estabas muy triste en el coche. ¿Papi te hizo enojar? Cuando crezca, puedes dejarlo. ¡No te haré enojar!”.

Ella no podía evitar reírse. Hizo una pausa antes de hablar.

“No, acabo de encontrarme a alguien que no me agrada”.

Tras una pausa, ella lo miró. “¿Tienes a alguien que no te agrade?”.

El Pequeño Michael se quedó pensativo por un momento y asintió, luego sacudió la cabeza.

“Ese chico que me intimidó la última vez. No me agrada. Tampoco me agrada la maestra que lo ayudó. Pero después de pensarlo, aunque aún los odio, todo está en el pasado. Si sigo odiándolos, seré aún más infeliz”.

Nicole se quedó en silencio durante un rato y levantó la mirada para posarla en él.

“Sí, es mejor olvidarse de ellos”.

Él asintió. “Así es. Los niños ya tenemos muchas preocupaciones, así que los adultos como Papi deben tener aún más. ¡Es mejor olvidarlo!”.

Nicole se rio y se llevó alegremente una cucharada de helado a la boca. Aunque la sensación helada era algo dulce y cremosa, seguía siendo agradable.

El Pequeño Michael miró a Nicole en busca de ayuda.

Ella frunció los labios, todavía mostrándose tranquila y serena. Decidió no traicionar al Pequeño Michael.

“En realidad, comí hasta saciarme en el banquete, pero el Pequeño Michael quería comer algo de comida gourmet, así que lo llevé a un restaurante…”.

Clayton notó la manera extraña en la que ambos se comportaban y parpadeó. Se dio cuenta de lo que había pasado, pero no lo dijo en voz alta.

“Fui descuidada. La comida de la escuela no es tan buena como la de fuera. Solía llevarlo regularmente a comer fuera, pero hace unos días que no ibamos…”.

Sus ojos contenían una ligera disculpa, y la suave sonrisa en las comisuras de sus labios hacía que los corazones de todos se derritieran.

Nicole estaba a punto de decir algo cuando Logan llamó a la puerta.

“Presidenta, la mansión ha enviado algo…”.

Ella asintió y le dedicó una mirada a Clayton antes de salir.