La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1647

El lugar finalmente se estaba calentando.

Julie quería participar pero no tenía fuerzas, por lo que solo podía ser una observadora pasiva.

El hombre que estaba bailando en el tubo habló con elocuencia y amabilidad. No había intención de buscar un beneficio instantáneo a juzgar por sus palabras, por lo que era difícil no encontrarlo agradable.

“Oh, Señorita, estoy borracho. Tengo que ir al baño…”.

Yvette agitó su mano. "¡Adelante!".

Su rostro estaba sonrojado y parecía un hada que podía perderse en la noche moviendo sus alas.

El chico al lado que había estado cantando parecía mucho más introvertido y se sonrojaba muy fácilmente.

Cuando el otro acompañante masculino salió, se acercó con una copa de vino. "Señorita, ¿qué tal una copa?".

Yvette todavía tenía una copa en la mano y estaba a punto de levantar la mano para tomar la copa de él, pero él la levantó y le llevó la copa a los labios.

¿Estaba tratando de alimentarla?

Yvette quería reírse. Al ver su mirada inexperta, Yvette supo que probablemente él estaba bastante nervioso.

Él no podía dejar que nadie tomara la delantera.

Cuando el chico que bailaba abrió la puerta para irse, Yvette tomó un sorbo de la copa.

Sin embargo, en el momento después de que tragó, de repente se congeló.

Las luces parpadeaban afuera, pero fue suficiente para que Yvette viera claramente a la persona parada allí.

Por un momento, Yvette quería buscar un agujero en el suelo para enterrarse.

Eso fue lo que ella pensó, así que eso fue lo que hizo.

Esa tonta decisión podría deberse a la influencia del alcohol.

Yvette inmediatamente se dio la vuelta y trató de acostarse para esconderse debajo del sofá.

Sin embargo, el espacio era demasiado pequeño.

El espacio debajo de la mesa también era demasiado estrecho.

¿Dónde más podría esconderse?

Yvette miró a su alrededor con una expresión nerviosa, tratando de buscar un lugar para esconderse, mientras todos miraban esta escena asombrados.

Unos segundos después.

Un hombre apareció en la puerta. El hombre se quedó allí con un rostro frío. Sus ojos se veían sombríos.

Cuando él vio el rostro de pánico de la mujer, el fuego que había incendiado su corazón se disipó instantáneamente.

Si Yvette supiera cómo esconderse, no le quedarían esperanzas.