La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1648

Lance se rio entre dientes. “Entonces, aparte de ti y la Señorita Nixon, que está borracha, no hay una tercera persona. ¿Llamas esto una fiesta? ¿Dónde está Nicole? ¿Y el Señor Carter?”.

Él se preguntó por qué Ian podía venir, pero él no, así que buscó algunos amigos para beber aquí también.

Lance quería que pareciera un encuentro casual.

Sin embargo, no fue así. Solo le había causado una conmoción.

Yvette tragó saliva. “Nicole acaba de irse, Ian también se fue porque tenía algo que hacer…”.

Esa era la verdad.

Lance dijo: “Qué gran coincidencia, ¿eh? ¿Es por eso que llamaste a estos hombres?”.

Yvette bajó la cabeza y no dijo nada.

Ella tenía una expresión como si hubiera hecho algo malo y lo estaba admitiendo dócilmente.

Los pocos caballeros intuyeron que el ambiente no era el adecuado.

Sin embargo, la persona a la que vinieron a servir era Yvette. No se atrevían a irse sin la orden de ella.

Algunos de ellos miraron en secreto al hombre. Su apariencia y aura eran de primera clase, y ese tipo de arrogancia que venía de sus huesos se acumuló a través de la experiencia.

Estos jóvenes e inexpertos acompañantes masculinos no podrían alcanzar este nivel en su vida.

El hombre que hablaba dulcemente y se había ido al baño hace un momento volvió y vio esta escena.

“Oh, Señorita, ¿ha bebido demasiado? ¿Le consigo una habitación para que descanses?”.

Yvette parecía amargada, como si estuviera sufriendo.

Al escuchar esas palabras, Lance instantáneamente se volvió sombrío.

Yvette rápidamente agitó su mano. “No es necesario, no es necesario...”.

Si conseguía una habitación, sería aún más difícil de explicar.

El joven dijo: “¿Quién es este? Nunca te he visto antes. ¿Eres nuevo?".

Al entrar no había visto bien a Lance. Ahora al ver la cara de Lance, de repente tragó saliva y cambió sus palabras.

“¿O eres amigo de la dama?”.

Las personas con ese tipo de aura eran comunes aquí. Él era rico o de la nobleza. Era absolutamente imposible que este hombre fuera un acompañante masculino.

Él lo miró con temor, preocupado de que su carrera había llegado a su fin.

Antes de que Yvette pudiera hablar, Lance lo miró fijamente. "¿Qué crees?".