Você está lendo Capítulo 1670 No eres el único do romance La Heredera Divorciada Billonaria. Visite o site booktrk.com para ler a série completa de La Heredera Divorciada Billonaria, do autor Internet, agora. Você pode ler Capítulo 1670 No eres el único online gratuitamente ou baixar um PDF grátis para o seu dispositivo.
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Clayton se rio. “Bueno, ambos tenemos nuestras propias interpretaciones, pero es un buen nombre. Usaremos ese”.
Podría engañar a extraños y consolarlos a ellos al mismo tiempo.
Nicole felizmente levantó las cejas. “Bueno, entonces te dejaré ese lío en Libertad. No te canses demasiado. ¡Asegúrate de descansar!”.
Clayton enarcó las cejas. “Está bien, pero parece que no puedo regresar inmediatamente. Tomará al menos unos días más para que la situación se estabilice”.
Nicole se sentía un poco perezosa y decepcionada. “Está bien, es tu decisión. ¡Si no me puedo ir de vacaciones por tu culpa, tendrás que hacerte responsable de las consecuencias!”.
Ella colgó el teléfono mientras bromeaba.
Nicole vio a los cuatro supervisores frente a ella e inmediatamente cambió su expresión. Su mirada se volvió fría.
"Entonces, ¿quién asumirá la responsabilidad de que este socio haya terminado el contrato?".
Ninguno de los presentes esperaba que la actitud de Nicole pudiera cambiar tan rápido.
Justo ahora, ella estaba hablando por teléfono felizmente, pero en un abrir y cerrar de ojos, ella se había vuelto tan fría.
Las personas presentes estaban tan asustadas que sus rostros se pusieron pálidos.
Ellos no se atrevieron a engañar a Nicole porque era despiadada.
Anteriormente, algunas personas intentaron instigar conflictos entre los hermanos Stanton para competir por intereses. Sin embargo, esas personas fueron despedidas por Grant tan pronto como hicieron un movimiento.
Por lo tanto, nadie se atrevía a engañar fácilmente a la familia Stanton.
El director del proyecto a cargo se puso pálido y tosió.
"Señorita Stanton, definitivamente investigaré este asunto lo antes posible. ¡Si esto es obra de uno de los subordinados, definitivamente no los dejaré ir!”.
Nicole se rio levemente. Parecía que él quería buscar a un chivo expiatorio.
Sus ojos recorrieron fríamente el rostro del hombre y lo miraron en silencio durante unos segundos.
De repente, ella abrió la boca. "¿Y si el culpable eres tú?".
Sus palabras pronunciadas a la ligera hicieron temblar al hombre. Su cara estaba miserablemente blanca, y todo su cuerpo se puso rígido. Él estaba ansioso.
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