La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1671

Nicole le dirigió una breve mirada al director del proyecto. Su tono era extremadamente frío.

“Estoy segura de que tu predecesor debió haberte dejado muy claro que este socio es diferente a los demás. No debes mencionar la equidad. Los precios que hacemos públicos son secretos del sector. Si te atreves a revelarlos, ¡me aseguraré de que no puedas continuar en esta industria y que pases un tiempo en la cárcel!”.

Su mirada era tan feroz que el director del proyecto se estremeció un poco. Rápidamente desvió la mirada.

Ya no podía decir nada más.

Nicole los miró con un aura fría. “Vuelvan a sus escritorios y esperen el veredicto de la compañía. Permítanme recordarles que aún pueden enmendar sus errores antes de que salgan los resultados”.

Los cuatro hombres estaban sentados allí. Sus cuerpos se pusieron rígidos y ninguno se atrevió a compartir miradas.

Salieron de la oficina con rostros sombríos.

Nicole tomó un sorbo de café y vio a Kai llamar a la puerta y entrar.

“¿Por qué estás tan furiosa? ¡Te saldrán arrugas!”.

Ella le puso los ojos en blanco. “Esto no es nada comparado con lo que habría hecho Grant. Habría hecho que la policía interviniera y no tendría misericordia”.

Sin embargo, a Nicole no le gustaba armar un gran escándalo.

Quería resolver esto en privado y que esas personas se enfrentaran entre ellos para que ella solo tuviera que relajarse y obtener los resultados.

Kai puso el postre que tenía en la mano en su escritorio. “Es tiramisú. Pruébalo”.

Ella levantó las cejas. “¿Quieres sobornarme?”.

“Tch, tch… Una vez te sientas en esta posición, ¿te olvidas de que soy tu hermano?”.

Él puso los ojos en blanco. “¿Por qué tendría que gastar dinero para sobornarte?”.

Nicole lo miró un momento y lo aceptó con una sonrisa. “¡Entonces gracias, Tercer Hermano!”.

Ella no podía resistirse a tocar su teléfono para llamarla en secreto.

Kai suspiró y se sentó en el escritorio de Nicole, luciendo abatido, como si estuviera al borde del llanto.

“Cada vez que pienso en que ella no está comiendo bien, no puedo comer. Me cuesta tragar cada bocado de comida. Creo que estoy enfermo de amor. Pero sé que Julie está furiosa conmigo. No me deja contactarla y ni siquiera me deja llamarla. Si la llamo, se enojará aún más. Estoy en un ciclo vicioso. Daría cualquier cosa por verla comer una buena comida…”.

Nicole se quedó sin palabras al contemplar el comportamiento emotivo de Kai.

Si Julie no hubiera respondido a la llamada, Nicole habría colgado porque temía que a Julie le dieran arcadas al escuchar esto.

Ella miró a Kai sin palabras. Su diabólicamente apuesto tercer hermano lucía tan desaliñado y se estaba convirtiendo en un hombre enfermizo. Parecía que se iba a caer si ella le daba un ligero empujón.

Ella tosió. “¿Has terminado de parlotear? Todavía tengo que trabajar. Si hubiera sabido que comer este tiramisú significaría escucharte hablar de esto, ¡no lo habría comido!”.

Nicole estaba realmente arrepentida.