La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1761

Lee, a quien sus compañeros miraban expectantes, se mostraba confundido. Pensó en lo que acababa de ver en la oficina y sacudió la cabeza, aún más desconcertado.

“¡No sé nada!”.

Había muchas discusiones ocurriendo alrededor, y la sala de conferencias era ruidosa.

Esta reunión improvisada fue demasiado repentina e hizo que todos especularan sobre lo sucedido.

Cuando entró Lance, todos se callaron.

Sin embargo, Lance no fue el único que entró. Yvette lo seguía por detrás.

Todos quedaron aún más desconcertados.

Casi todos los presentes habían asistido a su boda y conocían la identidad de Yvette.

No era nada inapropiado que ella asistiera a esta reunión de la alta dirección.

Sin embargo, ¿era esto una señal de que Yvette se involucraría oficialmente en la Corporación Sheldon?

Antes de que alguien pudiera descifrar qué estaba pasando, Lance se sentó y dijo sin rodeos: “Señor Lawrence, ¿se repuso el dinero de los libros?”.

Esta pregunta fue como una gran roca arrojada en aguas tranquilas. Todo el mundo se sorprendió al instante.

El Señor Lawrence, quien fue nombrado, cambió instantáneamente su expresión y tembló.

“Señor Sheldon… Yo…”.

Alguien a su lado dio una palmada en el escritorio. “¿Qué está pasando? ¿Qué dinero?”.

Ya que este asunto salió a la luz, significaba que este daño afectaba a los intereses de toda la compañía, lo que era un punto de interés común para la alta dirección.

Por supuesto, no se podía ignorar tan fácilmente.

Es más, muchos de los presentes se sentían incómodos con el Señor Lawrence, quien había sido el centro de atención recientemente.

“¿Qué dinero? ¿Qué demonios pasó?”.

“¿Desapareció el dinero de los libros?”.

…

“¡Así es! ¡Estoy de acuerdo con eso!”.

…

Lance le dirigió una mirada débil al Señor Lawrence, cuya expresión se mostraba derrotada. El Señor Lawrence yacía inerte en su silla, desesperado.

Finalmente, Lance habló dijo un tono ligero: “Los 200 millones de dólares fueron transferidos a tu cuenta. Menos de un minuto después, se enviaron a un casino clandestino. Investigué claramente los registros de las transferencias. ¿Qué más tienes que decir en tu favor?”.

No fue debido a otras dificultades, sino que fue para pagar deudas de apuestas.

¡Qué desagradable!

Si quería apostar, podía vender su casa y sus acciones. ¿Por qué tenía que malversar el dinero de la compañía?

¡Era muy atrevido!

Aunque nadie maldijo en voz alta, sus ojos y caras de desprecio ilustraron plenamente el odio que sentían por el Señor Lawrence.

Querían pisar a Lawrence para aliviar su ira.