La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1762

El rostro del Señor Lawrence estaba pálido y su cuerpo temblaba. Se cubrió la cara y sonó un poco arrepentido.

“Invertí todo mi dinero. Estaba realmente muy desesperado. Me acerqué al responsable de ese casino y me prometió que me daría la oportunidad de volver a recuperarlo todo. Es solo por diez días”.

Un accionista exasperado tenía la intención de darle una patada al Señor Lawrence. “Ya ha pasado medio mes. Ya no eres un niño, ¿así que como te crees semejantes est*pideces? ¿Cómo fue que la compañía contrató a gente como tú en primer lugar? ¡Eres simplemente un fracaso!”.

El Señor Lawrence levantó la mirada suplicante.

“¡Señor Sheldon, por favor, no llame a la policía! ¿Acaso podemos resolver este asunto en privado? Recuperaré el dinero. ¡Lo prometo!”.

La mirada de Lance era indiferente.

“Señor Lawrence, realmente subestimé tu ingenuidad. ¿Aún esperas recuperar 200 millones de dólares del casino? Sin duda recuperaremos ese dinero, pero no serás el que lo hará…”.

Su voz era fría, con un poco de indiferencia y amargura.

“La policía vendrá más tarde. Será mejor que colabores con la policía explicándole las cosas con claridad. Si conseguimos recuperar el dinero, debido a tu contribución de dos años a la compañía, no proseguiremos otras pérdidas causadas por ti. ¿Qué te parece?”.

Hasta ahora, Lance parecía estar en una discusión. Aunque se mostraba tranquilo y frío, Lance no le dio a Lawrence una oportunidad.

Lance solo le mostró a Lawrence un poco de misericordia.

Esta pizca de misericordia era casi nada, pero para el Señor Lawrence se consideraba un gran perdón.

Después de todo, una vez que la compañía prosiguiera las pérdidas, las otras compensaciones podrían sumar casi más de 20 millones de dólares.

En este momento, Lawrence no podía desembolsar 20 millones de dólares. Estuvo a punto de divorciarse de su mujer por culpa de las apuestas. Si tenía que cargar con la deuda adicional, equivalía a arrinconar a su familia de dos.

Lance parecía ser cruel, pero en realidad se consideraba muy amable.

Yvette estaba sentada allí y no pudo evitar volver a mirarlo.