La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1768

La policía lo hizo sonar muy sencillo, como si el Señor Lawrence pudiera irse a casa en cuanto terminara.

Sin embargo, él sabía que eso era imposible.

Aunque pudieran recuperar 200 millones de dólares, seguía siendo culpable de los cargos.

Lance era tan tolerante solo porque el dinero aún no se había recuperado, por lo tanto todavía necesitaban su cooperación en muchos aspectos.

El Señor Lawrence también entendía esto muy bien.

Estaba en un callejón sin salida, así que no le quedaba de otra que cooperar hasta el final.

El Señor Lawrence asintió, giró la cabeza para mirar a Lance, y luego siguió a la policía para marcharse.

Cuando todos se marcharon, Yvette suspiró.

“200 millones de dólares…”.

Lance vio su mirada desconsolada y, de repente, se sintió un poco aliviado de que finalmente ella se diera cuenta de lo difícil que era ganar dinero tan pronto como asumió el cargo.

Justo cuando estaba a punto de felicitarla, sonó la voz lamentable de Yvette.

“¿Cuántos bolsos podría comprar con 200 millones de dólares?”.

La boca abierta de Lance se cerró en un instante. La miró con cara de tranquilidad y se rio.

“No te preocupes, aún tengo suficiente para que te compres bolsos…”.

El humor de Yvette mejoró al instante. Se acercó a abrazar su brazo y lo sacudió.

“¡Sabía que mi esposo es rico!”.

Lance se quedó sin palabras.

Ella dijo: “Pero no te acabas de enterar, ¿cierto? ¿Por qué no llamaste antes a la policía?”.

Él dudó un poco, pero aún así siguió le contó: “Porque sospecho que hay una mente maestra detrás de esto. El uso de este dinero era originalmente para un proyecto importante. Ya que desapareció, los pocos que lo saben seguramente aprovecharán la situación para hacer algo. De ese modo, ¿no sabríamos el verdadero destino del dinero?”.

Los ojos de Yvette se abrieron de par en par. Su cuerpo se puso un poco rígido y su humor se complicó. “¿Ya tenías un plan? Entonces, ¿por qué todavía…? ¿Fue por mí?”.

Fue porque ella se propuso de repente ser la vicepresidenta. Para llevarla a un nuevo puesto, tuvo que despedir al Señor Lawrence para que ella pudiera sustituirlo.

¿Todo esto fue por ella?

El corazón de Yvette se encogió por un momento. Sin embargo, debajo de ese peso, había una burbuja de dulzura.

No era una cantidad pequeña.

Era como si se les ocurrieran muchas historias con una sola mirada.

Lance intuyó que algo andaba mal y siguió a Yvette adentro. Su oficina estaba limpia y ordenada.

Ella se sentía satisfecha y se sentó en la silla. Se dio la vuelta y palmeó la silla que no era tan cómoda.

“Quiero otra silla. Nicole tiene una buena silla que encargó en Suiza…”.

Lance asintió. “De acuerdo, entonces vamos a cambiarla”.

Siempre y cuando Yvette estuviera contenta.

“Em… ¿Por qué siento que las personas aquí están actuando raro? ¿Por qué me miran fijamente?”.

Yvette se congeló por un momento. Luego sonrió significativamente.

“¿Tal vez piensan que eres guapo?”.

¿Por qué más?

¡Ella sabía muy bien la razón!