La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1773

Ni siquiera Lance tomó la iniciativa, todo fue por culpa de aquel asistente que solo sabía arruinar las cosas y difundir chismes.

Fiona se rio secamente y no le creyó en absoluto a su hijo.

“Solo te lo estoy diciendo, así que solo tienes que escuchar”.

Se aclaró la garganta y empujó la puerta para bajarse. “Muy bien, puedes regresar. ¡No la dejes esperando mucho tiempo!”.

Por supuesto, Lance no podía dejar a su madre sola al borde de la carretera. Dijo con impotencia: “Te llevaré a casa”.

Fiona se rehusó rotundamente: “¡No!”.

Mientras la discusión se prolongaba, un Porsche se acercó desde no muy lejos. Fiona sonrió.

“Mi chófer está aquí. Puedes regresar”.

Lance observó impotentemente cómo su madre se subía al coche que luego se alejó antes de darse la vuelta para regresar a casa.

Después de pensarlo un poco, hoy habían pasado muchas cosas.

Sin embargo…

Le envió un mensaje a Recursos Humanos de la compañía cuando se estacionó en el garaje.

Esa noche, su secretario recibió un aviso de transferencia. Fue degradado como asistente del presidente al departamento de logística.

Lance quería que esa monstruosidad desapareciera.

Cuando Yvette se fue a casa, disfrutó mucho de su tiempo a solas.

Se sentía como si hubiera vuelto a la época antes de su matrimonio. ¡Era simplemente increíble!

Ella llamó a Nicole mientras se bañaba y ésta tardó en contestar.

“Señorita Quimbey, ahora que ya no eres un despertador, ¿decides llamar por la noche?”.

Yvette resopló con frialdad. “¿Que no? ¡Ahora soy vicepresidenta! ¡Estoy muy ocupada!”.

Nicole se quedó sorprendida por un momento.

“¿De verdad? ¿Tan de repente? ¿Cuándo ocurrió esto?”.

Aunque Yvette no quería presumir, necesitaba compartir su agradable humor con alguien, así que debía contárselo a su mejor amiga.

“¡Hoy! Descubrí que Lance es bastante fiable…”.

Yvette le contó alegremente a Nicole todo lo sucedido.

Esta serie de acciones era muy familiar y fluida. Era una escena común durante estos días a la que Nicole estaba acostumbrada completamente.

Clayton era muy atento.

Los dos se miraron y sus ojos quedaron fijos en el otro.

En cuanto Clayton se acercó a Nicole, la besó como recompensa por comer fruta.

Yvette escuchó que Nicole no hablaba por teléfono y se detuvo. “¿Qué estás haciendo?”.

Ella tragó la fruta. “Nada… Continúa…”.

Yvette tenía sus dudas.

“¿Clayton está en casa?”.

Nicole respondió: “Sí, está justo a mi lado. ¿Quieres hablar con él?”.

Yvette arrugó las cejas cuando la voz de Clayton sonó sin la menor sorpresa.

“¡Felicidades, Señorita Quimbey!”.