La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1775

La voz de Clayton era extraordinariamente relajante durante las altas horas de la noche y tenía el efecto de una canción de cuna.

Inconscientemente, Nicole se quedó dormida.

Clayton vio que dormía profundamente. Al cabo de un rato, se levantó tranquilamente de la cama y se dirigió al estudio para ocuparse de algunos asuntos de la compañía.

…

Al día siguiente.

El clima se volvió frío de repente. Cuando Nicole se levantó, el cielo exterior seguía estando un poco nublado.

Clayton conocía sus costumbres y no la obligó a descansar en casa. A Nicole le gustaba demasiado ir a trabajar, aunque a menudo no hacía mucho trabajo cuando estaba en la oficina.

Por la mañana temprano, Clayton preparó el desayuno y despertó a Nicole con una voz cálida. Ella entrecerró los ojos, sin querer levantarse. Ella simplemente apoyó la cabeza en su pecho.

Como no podía tocarla como quería tan temprano en la mañana, Clayton se sentía incómodo.

Se contuvo y la despertó. Su voz era baja y ronca.

“¡Vamos, levántate! Deja de perder el tiempo”.

Después de que Nicole excitara con éxito cierta parte del cuerpo de él, se sintió satisfecha y tenía intención de ir a arreglarse.

En consecuencia, Clayton la tiró de nuevo a la cama, bajó la mirada para mirarla fijamente.

“Si realmente no quieres levantarte, ¿por qué no reportas que estás enferma hoy?”.

Ella le tocó los abdominales, que se sentían tan firmes y agradables al tacto. Esto era suyo, así que podía tocarlo cuando quisiera.

Mientras lo tocaba, sacudió la cabeza con gran dificultad.

“¡No, no puedo ser perezosa!”.

Nicole se mostraba tan ingeniosa como una pequeña diablilla, simplemente desafiando la fuerza de voluntad de Clayton.

Él respiró hondo y bajó la cabeza para besarla.

Ella vio que Clayton estaba a punto de perder el control y se arrepintió de haberlo provocado tan temprano en la mañana.

Finalmente, no le quedó de otra que pedir clemencia. Realmente no podía llegar tarde hoy porque tenía una reunión importante por la mañana. Como Kai estaba de viaje de negocios, Nicole tenía que estar allí.

Los ojos de Clayton estaban enrojecidos. Se secó la comisura de los labios con el pulgar y la miró con cariño y simpatía. ¿Cómo se las había arreglado para casarse con una señorita tan delicada?

Sin embargo, así ella aprendería la lección.