La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2268

La actitud de Abel era completamente diferente a cuando estaban en el salón hace un momento.

Quizás Abel nunca quiso seguir a Jeff desde el principio.

Incluso si Sebastian no pudiera protegerlo, él era mejor opción que un extraño con discapacidad como Jeff.

Además, la situación aún no estaba clara porque no sabían lo que estaba pasando afuera.

¿Cómo podían Nicole y Luca arruinar la carrera de Sebastian tan fácilmente?

Abel no era tonto.

Si él no hacía algo en este momento, no sabría cómo explicarle a Sebastian más tarde.

Nicole no se atrevía a moverse por temor a que Abel apretara el gatillo sin querer.

Las personas como Abel, que llevaban armas consigo en el extranjero, ignoraban la vida humana, por lo tanto, Nicole no se atrevía a poner a prueba sus límites.

Justo cuando Luca estaba a punto de regresar, Nicole le guiñó un ojo.

Por lo tanto, Luca se quedó estupefacto y miró a Abel con frialdad.

Luca estaba en guardia como si estuviera listo para atacar.

Jeff era el más cercano a Abel.

Sin embargo, era una lástima que ni siquiera pudiera ponerse de pie, y mucho menos salvar a Nicole de un asesino profesional como Abel.

Abel también sabía esto. Por lo tanto, fue por eso que él se atrevió a ser tan inescrupuloso.

Pronto, ellos escucharon voces provenientes de afuera del salón.

Alguien se acercaba a este salón.

Abel tenía una expresión complicada, pero el cañón de su arma seguía apuntando a la parte posterior de la cabeza de Nicole. Él no se atrevía a relajarse ni un segundo.

De repente, alguien abrió la puerta de este salón desde el exterior.

Los ojos de Abel parpadearon y miró hacía la puerta con emoción.

Entonces, un sonido ahogado de repente atravesó el aire.

Abel miró hacia atrás con incredulidad al hombre en la silla de ruedas que en algún momento tenía un arma en la mano.

Esa pistola incluso tenía un silenciador.

Abel notó una herida ensangrentada en su propio pecho.

Él miró su herida con una expresión distorsionada, compleja y sorprendida.

El rostro de Jeff era extremadamente frío y tranquilo. Un escalofrío emanaba desde sus ojos. Se veían peligrosos y misteriosos como el fondo marino desconocido, lo cual hizo que la gente se estremeciera.

El arma en la parte posterior de la cabeza de Nicole cayó al suelo. Abel se arrodilló en el suelo derrotado y señaló a Jeff mientras la sangre goteaba de la comisura de su boca.

Abel estaba incrédulo.

Sin embargo, no importaba lo incrédulo que estuviera, ya que no tenía la oportunidad de arrepentirse de su decisión.

Él había estado con Jeff durante tanto tiempo y solo lo consideraba una persona inútil.

Abel ni siquiera supo que Jeff tenía un arma.

Luca se acercó con unos pocos pasos, jaló a Nicole detrás de él y apuntó con el arma en su mano a Abel, quien yacía en el suelo.

Eso se debió a que Luca tenía miedo de que Abel lo atacara por la espalda.

El rostro de Nicole estaba tranquilo y no parecía estar asustada por este accidente.

Toda la situación duró apenas dos minutos.

El ruido de afuera se estaba volviendo más cercano y caótico.

El agua de mar parecía como si pudiera tragarse todo en cualquier momento.

Nicole fijó su mirada en Jeff. Ella estaba a punto de decir algo cuando alguien empujó la puerta para abrirla.

Era Leighton.

Leighton entrecerró los ojos y vio a la persona que estaba en el suelo.

Él frunció los labios y miró a Nicole y Luca.

"¿Están bien?".

Nicole asintió.

Leighton miró a Jeff. "Señorita Stanton, ¿él es la persona que estás buscando a pesar del peligro?”.

El rostro de Jeff cambió ligeramente.

Sus ojos se oscurecieron por un momento.

Lo que ese hombre insinuaba fue que Nicole vino especialmente a buscarlo.

No había sido algo casual.

El corazón de Jeff se apretó.

Era como si alguien lo hubiera apretado con fuerza.

Se sentía indeciblemente amargado.

Jeff miró a Nicole, quien volteó un poco la cabeza para mirar hacia otro lado.

"¿Cómo siguen?".

“Lo atrapamos y hemos retenido a la mayoría de las personas. Podemos subir primero y dejar algunas personas aquí para buscar al resto”.

Jeff levantó sus ojos oscuros y lo miró.

Sebastian, quien estaba a punto de decir algo, contuvo sus palabras en un instante.

Solo que cuando miró a Jeff, había una ira inocultable en sus ojos como si lo hubieran engañado.

"¡Somos amigos! ¡¿Cómo pudiste traicionarme?!”.

Jeff guardó silencio.

Comparado con la traición de Jeff, lo que hacía enojar aún más a Sebastian era que su arduo trabajo estaba a punto de arruinarse.

Sebastian sabía exactamente a lo que se enfrentaría después de desembarcar.

Todavía no había expandido sus esfuerzos a nivel mundial y su carrera aún no había comenzado.

George Quay, el hombre más rico en Libertad, había prometido invertir en él.

Rendirse en este momento crítico significaba que Sebastian realmente terminaría sin nada.

Sebastian apretó los dientes con ansiedad.

Él no pudo evitar maldecir a todos los presentes.

Leighton y Connor miraban a Sebastian como si fuera un payaso, y no estaban enojados en lo más mínimo.

Su actitud victoriosa provocaba aún más a Sebastian.

Connor dijo en un tono juguetón: “Ya es suficiente. No tiene sentido que nos sigas maldiciendo. Pronto amanecerá. ¿Quieres estar rodeado de gente cuando llegues a tierra firme?”.

Connor miró a sus subordinados, quienes inmediatamente condujeron a Sebastian hacia adelante.

Leighton ya había comenzado a preparar a sus hombres para buscar a las personas restantes que lograron escabullirse.

Connor miró a Nicole.

"Señorita Stanton, ¿nos vamos ya que encontraste a tu amigo?”.

Nicole asintió.

Ella caminó hacia adelante sin dudarlo.

La persona en la silla de ruedas miró su espalda con ojos profundos.

De repente, Sebastian tuvo una idea. Él atacó a las personas que lo sujetaban y corrió hacia la sala de anatomía.

Connor se sobresaltó y entrecerró los ojos.

Inmediatamente después, sus ojos parpadearon.

“¡Mi*rda! ¡Él quiere activar el sistema de autodestrucción! ¡Deténganlo!”.