La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2318

Clayton estaba volviendo loca a Nicole.

Ella se echó a llorar, sollozó suavemente y finalmente concedió.

"Sí, te quiero...".

Los ojos del hombre se oscurecieron. Nicole no podía contenerse ni calmarse porque él era la persona que ella amaba.

Clayton inmediatamente quería cumplir su deseo, pero Nicole de repente apretó los dientes y dijo: "¡Quiero tu vida!".

Él estaba ligeramente sorprendido. Luego, soltó una risita y dijo con voz ronca: "Está bien, estoy aquí para morir...".

Todo lo que siguió fue inesperado.

......

El cielo se oscureció.

Nicole se durmió del agotamiento. Ella ni siquiera tenía la fuerza para mover los dedos.

Ella siempre había sabido que Clayton tenía una gran resistencia, pero nunca pensó que fuera tan enérgico. ¿Era incluso humano?

¿Él siempre ocultaba su deseo de ella en ese entonces?

Él tenía una fuerza tan oculta.

Nicole pronto se durmió. Ella estaba somnolienta como si hubiera tomado unos medicamentos para dormir.

Era adictivo.

Clayton estaba acostado a su lado con los brazos en alto. Su rostro estaba relajado.

La miró durante mucho tiempo antes de ir al baño a bañarse.

Luego, la limpió con una toalla tibia. Nicole dormía profundamente y no se movió.

Su mirada se posó en los frascos de medicina sobre la mesita de noche, y sus ojos se oscurecieron.

Su rostro volvió a ponerse tenso. Luego, él se vistió y cojeó hasta la puerta para buscar su bastón.

Él sentía un dolor insoportable en la frente, pero en comparación con este momento, sentía que debía soportarlo.

Después de algunas rondas de ‘entrenamiento’, la energía de Clayton se había agotado, pero estaba extremadamente sobrio.

La ebriedad desapareció.

Clayton recogió el bastón que estaba en el suelo y miró todo lo familiar en la casa. Finalmente, él sentía que estaba en casa.

Él estaba a punto de buscar su taza para tomar un trago, pero no estaba en el bar ni en la mesa.

Clayton miró a su alrededor y de repente vio la taza rota en el piso.

Esa taza venía en par. La taza de Nicole todavía estaba colocada sobre la mesa, pero la de él ya estaba hecha pedazos.

Clayton se congeló un poco.

Su pecho estaba un poco congestionado cuando surgieron emociones indescriptibles. Esto lo tomó desprevenido.

Nicole rompió la taza justo antes de que él llegara.

Nada más fue tocado además de la taza rota. ¡Esto demostraba cuán enojada e insatisfecha estaba!

Clayton parecía estar congelado en su lugar. Se sentó y miró la taza rota sin mover un músculo.

Él no se atrevía a pensar en lo que hubiera pasado si no viniera hoy. ¿No tendrían futuro juntos?

Nicole había estado esperando que él fuera hacia ella.

Sin embargo, su vacilación y cobardía la lastimaron repetidamente.

En ese momento, Clayton de repente pensó en las palabras de su psiquiatra.

Malcolm le pidió que prestara atención a su condición cuando estaba en el hospital.

¿Ser emocional y destrozar cosas era un síntoma?

Aunque Clayton sentía que no debía pensar demasiado en esto, sentía que era mejor estar seguro, ya que la condición de Nicole era única.

Por lo tanto, él sacó su teléfono y llamó a Malcolm.

Malcolm contestó: "¿Hola?".

La pierna de Clayton estaba herida, por lo tanto, él no podía cargar a los niños como antes.

Entonces, él solo podía disculparse y acariciarlos en la cabeza.

"¿Ya comieron ustedes dos?".

Chatty sacudió la cabeza. "No…".

La Señora Zoe susurró desde un lado: "¡Cada uno comió un helado!".

Clayton miró a los dos niños con severidad.

Chatty se sentía agraviada y se tocó el estómago. Ella abrazó su cuello con coquetería y cambió de tema a propósito.

“¡Papá, te extraño mucho!”.

El corazón de Clayton se ablandó al instante. Él abrazó a su preciosa hija y la miró con aire de culpabilidad.

“La pierna de Papá está lesionada, entonces no puedo cargarlos a ustedes dos como antes. ¿Pueden caminar solos?”.

Fischer asintió de inmediato.

“¡No te preocupes, Papá! ¡Déjame cargar a Chatty!”.

Clayton frunció el ceño y lo miró significativamente.

Chatty era cariñosa. Tocó el rostro de Clayton con angustia, hizo un puchero y dijo con firmeza: "¡Puedo cargar a Papá cuando sea grande!".

Clayton sintió instantáneamente una cálida corriente en su corazón. Su querida hija era un ángel.

Chatty aflojó su agarre en su cuello.

Clayton sonrió y dijo: "Ve a bañarte y cámbiate de ropa, luego sal para cenar".

Chatty asintió pesadamente.

Clayton miró a Fischer, quien también asintió. Sin embargo, en lugar de regresar corriendo a la habitación, Fischer preguntó de repente: “Papá, ¿Mamá te perdonó? ¿Te permitió regresar a casa? ¿Admitiste tu error? No te echará de nuevo, ¿verdad?”.

El hombre se quedó en silencio y miró a este pequeño mocoso, sin palabras.